RED

Capítulo 9

Keresha sigue mirándonos, creo que por primera vez no sabe qué decir, cosa rara. Yo miro hacia abajo sin saber qué hacer o qué decir, el silencio reina en el lugar.

-ejem, ejem, yo ya me iba, gracias por haber venido tan pronto señorita Jones.- dice Shane recogiendo su chaqueta del suelo, no consigue mirarme a los ojos.

- Espero que se sienta mejor señorita Carter.- no digo nada, estoy nerviosa, levanta los ojos y me mira, yo le miro inquieta, no sabría explicar este momento de mi vida.

- Seguro que lo estará, con la medicina que le ha dado usted, yo creo que sí.- le hecho una mirada de reproche a Keresha y veo que Shane también, creo que no se llevan muy bien estos dos. Shane me mira como que esperando algo más, yo evito su mirada, quién se cree que soy, ¿su novia?, por favor ahora mismo se va a meter a la cama con otra, Dios eso ha vuelto a mi mente, no sé en qué estaba pensando cuando he caído en su juego.

- Creo que ya lo hemos entendido Keresha, ahora váyase. - digo refiriéndome a Norton, su mirada es indescriptible, eso le pasa por seducirme cuando sabe que va a dormir con otra, me mira otra vez confuso, comienza a caminar, abre la puerta y se va, me quedo sin saber qué hacer un tiempo y miro a Keresha.

Impulsivamente salgo corriendo detrás de él,

- Shane espere, se olvida algo.- se da la vuelta, me acerco sensualmente a su oído poniéndome de puntillas y le digo:- espero que se olvide de todo esto y disfrute de la compañía de la señorita Cross toda la noche- puedo escuchar su respiración entrecortada cuando le hablo, sé el efecto que causo en él y viceversa. Me alejo de él y no miro atrás, me dirijo a mi puerta, siento sus ojos clavados en mi espalda, mi cuerpo me pide darme la vuelta y saltar a sus brazos pero no puedo cometer ese error. Cuando abro la puerta de mi casa, me encuentro a Keresha apoyada en ella, será cotilla.

- Sé que estabas escuchando.- le digo.

- No te lo pienso negar, pero no es el caso, Elizabeth, ¿te gusta Norton?.- eso me pilla de sorpresa.

- No. ¿Por qué piensas eso?- me hago la tonta.

- No estoy ciega y veo la chispa que hay entre vosotros además os he encontrado...

- No sigas, vale te diré la verdad, he pensado en torturar a Norton, hasta hacer de su vida un lío, no creo que con su cabeza ocupada pensando en mí, se centre en los negocios.- creo que me estoy mintiendo a mí misma.

- Me parece muy inteligente, sólo espero que no seas tú la que acabe destrozada, por cierto, le brillan los ojos cuando te ve,- se aleja y abre la nevera, saca una botella de vuno blanco y la pone sobre la mesa, qué habrá querido decir con eso.

Charlamos toda la noche y sin darnos cuenta empieza a amanecer, Keresha empieza a quedarse dormida y se cubre con la manta que le doy, creo que se ha vuelto a pasar de copas, en susurros dice sus últimas palabras antes de dormir:

- No te enamores de él o no dejes que él lo haga de ti, porque sé que uno de los dos lo hará,- sonríe- sólo hay que ver lo preocupado que estaba cuando he llegado y cómo se ha ido del cuarto cuando yo te quitaba la ropa, hay que estar loco para no querer verte desnuda.- se queda dormida, me quedo allí sola un tiempo pensando en lo que me ha dicho, el muy imbécil me ha engañado, no me ha cambiado él, eso me hace sonreir, no deja de sorprenderme.

Me siento en la ventana y veo amanecer el día, no tengo nada de sueño, una notificación de mi móvil me quita de la tranquilidad en la que estoy sumergida, me levanto y voy a mirarlo.

<no puedo olvidarme>. Es de Shane, me quedo quieta y no sé que hacer, respondo o no. <Sé que los estás viendo y no quieres responderme>, sigo mirando la pantalla de mi teléfono y suspiro, <bailas muy bien por cierto>, sonrío, ¿es que no piensa parar?, y así siguen entrando, es como si yo le respondiera sin palabras, el ruidito del iphone me tiene ya cansada, lo pongo en modo silencio, no quiero que Keke se despierta y se de cuenta de que sigo hablando con Shane. Dios qué patética, parezco Hazel Grace de Bajo la misma estrella, sólo que no tengo cáncer y Shane claramente no es Augustus, eso me hace sonreir. <Gracias por aceptar el trato con mi empresa, al final no he podido decírtelo>, está claro que no sabe cómo hablar de la escena de la cocina, ¿le dará miedo mi reacción?, decido no responder cuando por fin le digo, <¿es todo lo que quiere decirme?>.