Capítulo 28 (punto de inflexión)

239 14 6
                                    


¡ATENCIÓN!

En primer lugar pediros perdón por la tardanza y agradeceros la paciencia, os recomiendo a todos que no os perdais estos capítulos, sé por qué os lo digo ;)  ¡Disfrutad!

...

La cabeza me da vueltas y no he dejado de mirar mi teléfono, ¿debería comentárselo a Shane?, decido no molestar al pobre con algo que no está claramente seguro, me dispongo a darme una ducha cuando empieza a sonar mi teléfono y es justamente de él, de Shane, los latidos de mi corazón se ralentizan y mi respiración empieza a entrecortarse, con miedo consigo coger el teléfono y contestar.

- Hola Shane.- sueno más rígida de lo que pretendía, me encuentro sonriendo flasamente a nadie, dándome cuenta de que no estoy delante de Shane, ruego que mi tono de voz no me juegue una mala pasada.

- Mi amor, no sabes lo que me reconforta el escuchar tu voz, ¿Has recibido ya mi sorpresa?.- dice algo entusiasmado.

- Mmmm... No.

- ¿Cómo que no? Qué raro, lo había calculado todo, ¿no te han llegado...- suena el timbre.

- Un momento Shane.- bajo las escaleras corriendo y abro la puerta, me encuentro con los ojos de un chico de unos dieciocho años o diecinueve. Mantengo a Shane a la espera mientras recibo una docena de rosas rojas de él, le sonrío modo de agradecimiento y cierro la puerta, en el interior veo una tarjeta, sonrío y me dispongo a leer su contenido.

Para la mujer que me ha cautivado y en la que pienso todo el tiempo, gracias por existir. Tuyo, Shane.

Sonrío como una tonta y me llevo la tarjeta a los labios y cierro los ojos con emoción.

- Te quiero Shane.- le digo sin dudar.

- Y yo a ti, quería escuchar tu respirar cuando las recibieses.

- Gracias.- me sincero.

- Te mereces esas rosas y muchas más, Dios, soy el hombre que duerme a tu lado El, ¿Tienes idea de lo afortunado que soy?.- dice soltando un suspiro.

La culpa asoma en mi voz, no puedo ni responderle, se me ha hecho un enorme nudo en la garganta, tengo que confesarle tantas cosas que siento que me asfixio por el cúmulo de problemas que se me avecinan.

- ¿El?.- Shane me hace volver a la realidad.

- Sí, estoy aquí.- vuelvo a subir las escaleras después de colocar las rosas en un jarrón.

- Cuéntame, ¿Cómo has estado?¿Hay alguna novedad?

- Sólo extrañándote y matando mi tiempo en trabajar para evitar verte en todas partes.- y algo embarazada, creo.- a parte de eso, nada más, todo por aquí sigue igual.

- Me alegro de saber que estás bien y estarás mejor cuando veas lo que tengo preparado para ti, durante el día, te quiero Elizabeth, adios.- y cuelga de repente.

- Shane, Shane, ¿Qué?, Shane.- me quedo mirando la pantalla de mi celular y niego con la cabeza divertida.- este chico es de otro mundo.- lo tiro a la cama y me visto inmediatamente, me pongo un vestido ajustado de cuadros grises con zapatos negros de finas tiras de Miu-miu, cojo mi maletín y bajo hacia la entrada de mi edificio donde Carla ya espera profesionalmente con esta vez un Bentley, levanto apunta ceja ante el cambio, me abro yo la puerta, le tengo prohibido que lo haga por mí, y entro en el coche.

- Buenos días, señorita Carter.- me dice mirándome desde el retrovisor.

- Buenas días Carla.- digo con la sonrisa, provocada aún por el efecto Norton.- ¿Qué le ha pasado al Mercedes?

REDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora