doce

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la invitación
—— Ω ——

El castaño estaba acorralado contra un árbol trataba de alejarse, pero el alfa se lo impedía, un rubio observa la escena disgustado.

– ¡Suéltame! —Pide casi soltando lágrimas.

– Te dijo que lo sueltes —Interviene el joven que estaba observando todo. – ahora

El alfa tras aquella última palabra se aleja soltando maldiciones, el rubio empieza a secar las lágrimas que caían del contrario.

– Tranquilo, ya paso —El de ojos miel le abraza sin pensar.

– D-Disculpa —Iba a alejarse cuando el chico corresponde.

– Esta bien, lo necesitas —Susurra sintiendo como gotas caían sobre su ropas.

Después de que el castaño estuviera tranquilo se sientan entre un silencio.

– Gracias por la ayuda —Agradece dando una leve sonrisa. – Hace rato no me dijiste tu nombre...

– Cierto, soy Orlondi —Se presenta. – Latina que el girasol se maltrato después de aquello... Era lindo, aunque tu lo eres más.

– ¿E-Eh? —Tras aquel cumplido las mejillas del castaño quedaron rojas. – Y-Yo soy King.

– Dime King... ¿Eres un omega? —Aquello toma de sorpresa al chico. – Tu aroma es delicioso.

– S-Si, l-lo soy —Desvía la mira nervioso, pues no había notado que había dejado a sus feromonas salir.

– Eso es raro, un omega —Sonríe. – No es tarde para que estés fuera de casa, o más bien castillo.

– ¿Ah?, ¿c-castillo? —Al parecer el rubio sabia quien era.

– Eres el príncipe Harlequin, ¿no?, es fácil saberlo, tienes las mismas facciones, el principe adora los girasoles, y tu voz, aparte el apodo también no ocular a mucho, King —Explica mirándole. – No deberías estar afuera hay muchos peligros.

– Uhm... Quería despejar mi mente, discutí con una de mis hermanas y mi hermano anda de irritante con lo de salir a cazar —Desahoga mirando las luciérnagas que empezaban a salir.

– Ya veo... Mire si no quiere ir a casa hoy puede venir a la mía —Propone.

– ¿De verdad? —Cuestiona dudoso de aquella propuesta, pero sonaba tentadora. – Estaría bien.

–— Ω —–

El pelirrojo regañaba a sus hermanas por no avisarle antes, estaba oscuro y buscarlo a estas horas seria difícil.

Unos caballeros salieron a la búsqueda mientras que la rubia estaba en el cuarto del desaparecido deseando que este bien.

– Tranquila, es Harlequin —Consuela la mayor.

– Pero esta solo, en el bosque, es un omega, ¿y si alguien lo descubre y lo quiere herir? —Preocupación había en la mirada de la menor que no dejaba de pensar negativamente.

– El sabe cuidarse, tiene sus poderes —Le recuerda acariciando sus cabellos tratando de relajarla. – Todo estará bien.

...

El castaño se introdujo en su cuarto en silencio sin saber que cierta rubia dormía en su cama, por accidente deja caer un libro lo que hace que la melliza despertara encontrándose con su hermano desaparecido.

﹫¿un omega? | melingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora