dieciocho

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confesión
—— Ω ——

El pelirrojo estaba dudoso de si decir lo que sentía o no, la reacción que tendría la mujer que amaba le preocupaba demasiado.

– Buenos días Escanor-sama —Saluda con una sonrisa. – Su desayuno.

– Gracias Rosa —Sonríe devuelta tomando su alimento.

– ¿Se encuentra mejor?, ¿ya pensó que hacer? —Cuestiona un tanto preocupada por el bienestar del contrario.

– Si, lo haré más pronto de lo que crees —Asegura con una pizca de miedo por lo que sucederá.

– Escanor —La puerta se abre dejando ver a la maga.

– Señorita Merlín, buenos días, me retiro —Rosa sale de la habitación.

– ¿Sucede algo? —Pregunta mirando a la pelinegra.

– Necesito tu ayuda, ¿tienes algo con Rosa?, últimamente la veo salir mucho de aquí —El hombre desvía la mirada negando en el proceso. – Te he notado raro estos últimos días.

– Tranquila, eso solo un malestar, ¿en que puedo ayudarte? —Sonríe para la mujer que le daba una mirada seria.

—— Ω ——

Los iris miel veían con un brillo al pequeño animal ya grande comer lo que cierta chica de cabellos rosas le había dado, una mano se coloca en su hombro haciéndole voltear, sus mejillas se colorearon al mismo tiempo que una sonrisa se posaba en su rostro adornándolo.

– Parece que tienes visita, alteza —Burla la menor de los tres saliendo de su hogar con un balde de agua. – ¡Wild te toca baño!

– Ende —Suelta en forma de regaño siendo ignorado por la chica. – Orlondi, tiempo sin verte.

– Estoy feliz de poder verte —Le sonríe de una manera coqueta giñandole.

– Pero que galán —Ríe la chica mientras bañaba al ya no tan pequeño cerdito.

– Ende, no te burles de la gente —El castaño escucho el reír del rubio eso le hace sonreir.

– ¿Podemos dar un paseo? —Interroga desviando la mirada.

– Claro —Acepta el omega.

– Tengan una linda cita —La menor recibe un pequeño y suave golpe por parte del príncipe. – Lo sien... ¿Rey Meliodas?

Ante esas palabras el castaño puede notar la sorpresa de la menor quien le da una mirada con picardía en ella, el sabía que le estaba diciendo algo como.. «Se te junto el ganado», el omega se voltea encontrándose con el mencionado.

– Meliodas... —Susurra.

– ¿Podemos hablar? —Pide mirando de reojo al amigo del castaño.

– Lo siento, pero vamos a salir a una cita —Orlondi toma la mano del príncipe haciendo que este se sonrojara. – Vuelve otro día.

– No hablaba contigo —Frunce el ceño.

– Si van a pelearse que sea afuera, esas cosas son dañinas para mis niños —Dice la menor refiriéndose a los animales.

– Yo igual necesito hablar contigo, pero en estos momento estaba por ir a dar un paseo con... Orlondi —Explica King mirando a los ojos al rey de Field.

– Harlequin —La manos del alfa tomaron las mejillas del omega dejándolo rojo. – Lamento lo que paso, no quería arruinar nuestra amistad con esos...

﹫¿un omega? | melingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora