trece

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paseos
—— Ω ——

El pelinegro estaba esperando al pelirrojo que iría a verle para que salgan a dar un paseo ya que según su hermano mayor y demás personas debían conocerse mejor.

Aquel joven rey de camelot llegaba siendo regañado por la maga que cuidaba de él, el de ojos verdes quería reír, pero la mirada de su hermano sobre él no se lo permite.

– Que gusto verlo de nuevo, rey Arturo —Saluda el rubio.

– Igual, rey Meliodas —Sonríe el pelirrojo.

– Les dejo para que salgan y platiquen un poco, Merlín me acompaña —La pelinegra asiente para seguir al de ojos esmeraldas.

Ambos chicos se miraron, el pelirrojo desvío la mirada, no decían ninguna palabras, el pelinegro toma la mano de su contrario para llevarlo a un lugar que le gustaba, pero irían por la parte que nadie casi rondaba.

–— Ω —–

Se sienta sobre la cama mientras sentía la mirada de regaño del mayor, un suspiro pesado se le escapa, voltea hacia su hermano para por fin recibir el sermón que le tenía.

Una cabellera ocre abre la puerta encontrándose con el par de hermanos, le da un aviso al pelirrojo quien solo da una mirada al castaño de que hablarían después, se retiraran ambos dejando a un joven feliz, se acuesta sobre su cama sin saber que alguien entraría de manera inesperada saltando sobre el, la rubia se mostraba alegre cosa que le hacia estar contento por que la chica había estado triste desde su pequeña discusión con aquella joven de nombre kilia.

– Iré a verlos —Dice segura.

– Te acompaño —Aquello sorprende a la melliza.

– Esta bien, ¿tienes un motivo por el cual salir? —Alza una ceja causando un leve rubor al chico.

– Quiero ver a un amigo —Responde desviando su mirada.

– Con el que te quedaste la otra vez —El castaño asiente y ve a su hermana sonreír.

...

Los mellizos se disfrazaron para salir a escondidas del castillo no sin antes dejar una nota para Gerheade, al estar ya algo lejos del castillo la rubia empieza a buscar aquellos amigos siendo seguida por su gemelo, hasta que algo o alguien se abalanza encima del castaño haciéndole caer.

Sus ojos miel chocan con los rojos del rubio quien estaba encima suyo, al notar la posición un rubor se apodera del castaño, una suave y sutil risa se escapar de los labios de la chica que veía la escena.

– Lo lamento —Se disculpa el joven alejándose del contrario. – Es bueno verte, King.

– Igual, estoy acompañando a mi hermana a buscar a dos personas —Explica haciendo que el rubio voltee hacia la beta.

– La princesa Elaine —Tras esas palabras la joven mostró sorpresa.

– Me descubrió —Comenta el castaño avergonzado.

– Dime solo Elaine, has visto a dos hermanos, de ojos rojos, cabellos platinados o como grises —El alfa empieza a recordar con las personas que se topó.

﹫¿un omega? | melingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora