Capitulo 4. Harlequin

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( Ω )

Fruncia el ceño sin apartar la vista de su hermano, mordía con fuerza su labio casi a punto de hacerlo sangrar, las ganas inmensas de proporcionarle un golpe al de cabellera roja aumentaban, pero desgasto esa furia en su interior golpeando la mesa...

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Fruncia el ceño sin apartar la vista de su hermano, mordía con fuerza su labio casi a punto de hacerlo sangrar, las ganas inmensas de proporcionarle un golpe al de cabellera roja aumentaban, pero desgasto esa furia en su interior golpeando la mesa haciendo temblar los objetos que habían ahí.

── ¡¿Cómo que no vamos ayudarlos?! ───Alza la voz con un enojo demasiado obvio.

── No empecemos ───Toma aire antes de volver a mirar a su hermano menor. ── Entiende, no podemos

── No, jamás entenderé algo que digas tú ───Sus palabras a veces eran cuchillas que no notaba. ── Si tu no las ayudas, lo hare yo.

── Harlequin, no tienes permitido salir del castillo ───La frialdad en sus palabras solo enojaba mas al omega.

── Es peligroso ¿Planeas usarlos? ¡Hace tiempo que no lo haces! ───Comenta preocupada la rubia.

── Igual un omega no debería estar en medio de una guerra, la mayoría de caballeros son alfas ───Les recuerda Gerheade manteniéndose neutra de todo. ── Tienes que tener en cuenta las consecuencias que pueden haber.

── Eso no importa, no planeo abandonar a una amiga en situaciones peligrosas ───Baja la vista al suelo sabiendo que no recibía el apoyo de ninguno. ── Ella es tan amable y dulce, se puede ver como se preocupa por su pueblo y personas importantes, alguien así merece ser protegida. 

El silencio domina la habitación, en medio de ello la melliza del castaño sonríe ante las palabras dichas y con seguridad se acerco a King para posar su mano en su hombro demostrando su apoyo en la decisión tomada, era un gesto que siempre hacia cuando estaba de acuerdo con su hermano. 

── No estarás solo en esto ───Sus hermanos se sorprendieron. ── Siempre juntos ¿no?

── Mellizos unidos ───Elaine asiente con una sonrisa. ── Gracias.

Meliodas observaba a su hermano en silencio, el cual estaba quejándose y reclamando cosas que no encontraba sentido el rubio, estaba por responderle cuando la puerta se abre dejando ver a una joven que iba en busca de su amado prometido

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Meliodas observaba a su hermano en silencio, el cual estaba quejándose y reclamando cosas que no encontraba sentido el rubio, estaba por responderle cuando la puerta se abre dejando ver a una joven que iba en busca de su amado prometido.

﹫¿un omega? | melingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora