siete

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amiga
—— Ω ——

En estos momento la mayor de la princesas de liones estaba regañando a los supuestos nobles caballeros que habían herido a un pequeño que vivía a su pueblo según ella, murmuro entre los de armadura quienes veían burlescos a la joven, la cual trataba de verse valiente ante la situación, pero cuando vio la espada levantarse sintió nervios pero se mantuvo firme.

– Disculpa, le ordeno que baje el arma —El de ojos de miel estaba siendo serio ante la situación, ya no le importaba dejar a evidencia que era el príncipe harlequin.

– Un mocoso como tu no puede darnos órdenes —Ríe uno.

– Si me agrede le saldrá caro —Avisa al ver el arma dirigida hacia él. – Asesinarme podría costar le la vida a muchos, y hablo de tu reino entero.

Risas, eso sale de los labios de aquel grupo, las personas que miraban la escena tenían pánico de lo que pudiera pasar, incluso la princesa que estaba muy confundida ante la acción de aquel débil chico, por otro lado la rubia entrelaza su mano con la de su hermano para brindarle su confianza, y fuerza, pues aunque no pareciera ella sabia que su mellizo tenía miedo.

Aquella espada cerca del cuello del castaño, es lo que observa la castaña al salir de su hogar dirigiéndose al castillo, con sigilo se dirige hacia el castillo en busca de ayuda para aquel joven que estaba siendo amenazado.

– Si no me creen haganlo, comprueben que esto podría arruinar sus vidas o acabarlas —Sin titubear mira a su atacante.

Aquella estada que iba a incrustarse en su pecho se detuvo ante el semejante grito que pego la rubia.

– ¡Alto!, le ordeno que no toque a mi hermano —Se pone delante del mencionado.

Un sonido captura la atención de todos, un grupo de caballeros que traían el símbolo de Charm, la princesa Gerheade bajo de su caballo con una mirada de seriedad.

– ¿Qué esta pasando aquí? —Cuestiona al ver el circulo de gente que se había formado.

– E-Ellos quisieron m-matar a mi hermano —Fuerza su voz a cambiar de tono para que la contraria no la descubriera.

– ¿Eso es verdad?, atacar a dos jóvenes indefensos buscando arrebatarles la vida a tan corta edad —Su mirada de no aprobatoria dio aparición. – Patético.

– Concuerdo con la princesa Gerheade, unos caballeros no deberían hacer semejante acto —Esa voz puso nervioso al castaño, quien aprieta el agarré dándole señal a su hermana que debían irse.

Los mellizos huyeron del lugar deprisa entraron al castillo al ver una entrada atrás, caminaban por el pequeño espacio.

– ¿Gerheade nos habrá reconocido? —Se pregunta caminando detrás de su hermano. – También.. ¿Ese es Meliodas?

– No creo y si, lo es —Le responde acelerando el paso.

– No esperaba que viniera —Trata de seguir el ritmo de la caminata.

– Ni yo —Susurra.

—— Ω ——

– Parece que la princesa llego antes —Burla su hermana debido a la probabilidad de fracaso.

– Pero aun no los encuentra —Una risa por parte de la menor.

– Ya deben estar en el casti —De la nada fue arrastrada por su hermano mayor.

Sus ojos de posaron en aquel par de adolescentes que huían de la multitud, una sonrisa de triunfo se apodero de él, los había encontrado.

﹫¿un omega? | melingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora