5- Eres raro...

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**FREY**

Después de dar un vuelta corriendo decidí que debía volver a casa. Hoy mamá y mis hermanos se fueron a la cabaña que teníamos en el bosque, así que estaría solo hoy. Mire la hora, son las cinco de la mañana, así que decidí meterme en mi cuarto.

Me quité la camiseta y me tiré a la cama, con un poco de suerte podré dormir.

Silencio... Me gusta el silencio, es bonito.

Cuando volví a mirar la hora vi que eran las siete de la mañana, al menos había conseguido descansar un poco. Vi que la puerta del cuarto de invitados estaba casi cerrada, entonces recordé a nuestra nueva inquilina. No la había visto todavía, pero me emociona tener a alguien nuevo en casa.

Me asomé un poco, estaba sentada en la cama mientras miraba por la ventana. Su pelo recogido en una coleta le caía sobre el hombro izquierdo, su piel era bastante clara pero al parecer eso es algo bastante común en este pueblo. Parece muy débil, como si a la mínima desdicha se fuera a romper en mil pedacitos. Sus blancos brazos estaban ocupados abrazando a ¿un oso?, si, es un pequeño oso de peluche. Cuando se percató de mi presencia se sobresaltó un poco.

-¿Te he despertado?- su voz... su voz es suave, acogedora... - En serio si te he despertado lo siento, no era mi intención.

-¿Tienes hambre?.

-Si- dijo algo tímida, y después me recorrió con la mirada- ¿puedes...?- se tocó la camiseta y luego me señaló.

-No- y tal que así me fui a la cocina. Escuché pisadas detrás de mí, con lo que me estaba siguiendo.

-¿Cómo te llamas?- preguntó situándose a mi lado. Pero ignoré su pregunta, habla demasiado.- Soy Leila porcierto.

-¿Y?

-Pues que me gustaría conocer tu nombre. Si voy a vivir aquí al menos dime tu nombre.

Se paró a mirar unas fotos, cogió una en la cual salimos todos. Mamá agarraba a Heist mientras me sostenía, a Kaia la sostenía Adam, ya que eramos muy chicos. Pierce y Mason estaban al lado de mamá. Tras soltar esa foto puso su atención sobre otras, cada una de ellas de momentos los cuales algunos recuerdo vagamente y otros con mucha claridad.

-¿Qué sufres?- adquirió tranquila.- ¿Cómo se llama tu enfermedad?- su pregunta me dejó bastante impactado, no me conocía lo suficiente para darse cuenta de que me pasaba algo, pero aun asi lo sabía.

-¿Que te hace pensar que tengo una enfermedad?- lo pensó un momento y respondió:

-Tú, tu forma de ser, no sé, tus movimientos, palabras... Eres raro.

Estaba impactado, ¿cómo podría saber algo si ni siquiera le he dicho más de diez palabras?, si es así puede que tengamos problemas...

-Nada déjalo, cosas mías- dijo soltando la foto que sostenía.

Después del desayuno, el cual fue en silencio, cada uno se fue a hacer sus cosas. A la hora de la comida preparé pizza, y cenamos en silencio también. Pero cuando estábamos recogiendo los platos decidió romper el hermoso silencio.

-El cuarto de invitados no tiene ducha... y necesito ducharme...

-Sube al mio, no tardes.

-Gracias.

**LEILA**

Desde pequeña me habían enseñado a no juzgar a las personas, pero es que me era imposible... Cogí el champú, el gel y puse rumbo a su cuarto. Recuerdo que mientras Kaia me llevaba al que sería mi cuarto, me fue diciendo los propietarios del resto de habitaciones. Pero no me acordaba. Así que decidí preguntar en vez de ir entrando uno a uno. Cuando me gire choqué con algo, o mejor dicho alguien. Y di un paso atrás por la inercia.

-¡Por el Altísimo!, que susto.- mi nuevo hermano, cuyo nombre desconocía, estaba frente a mi. ¿Cómo ha llegado? no había escuchado ningún ruido. Elevé un poco la cabeza para poder mirarle, su cara no expresaba ninguna emoción, cosa que me dio miedo . Su cabello era negro, muy negro la verdad, este caía sobre su frente. Inspeccioné cada centímetro de su rostro hasta detenerme en sus ojos. Estos eran azules oscuros, tanto como para pasar por negros pero se distinguía el color. Me percaté de que llevaba mucho tiempo observándole, así que desvié la mirada avergonzada.

-¿Dónde está tu cuarto?.

-Ven.

Su habitación se encontraba al lado de la mía, y ambas estaban al fondo del pasillo.

-Gracias- dije mientras abría la puerta.

-¿Hasta aquí, o hace falta que te guíe a la ducha?.

-No, no, creo que sé llegar sola- sentí la sangre concentrarse en mis mejillas. ¿Cómo podía hacer tales insinuaciones?.

-Vale, en ese caso, no tardes. O tendré que entrar a por ti. No me gusta que estén en mi habitación, y menos una desconocida.- y tras decir eso se fue.

La cama estaba hecha y no había nada por medio, después del armario sólo había una puerta así que deduje que era el baño. Este estaba compuesto por un lavabo, un váter, un espejo y una ducha. Dejé la toalla colgada en la puerta, me desvestí y me duché. Intenté no alargarme por la última advertencia.

Escuché algunos ruidos así que supuse que ya estaba rondando por su cuarto. Me até la toalla alrededor del cuerpo y recogí mi ropa. Al salir del baño mi hermano estaba sentado en la cama mientras analizaba cada movimiento que hacía. Decidí pasar y salir de una vez de aquel cuarto. La próxima vez le pediré a Kaia que me deje ducharme en su habitación.

Tras entrar a mi cuarto deseché la toalla y me puse el camisón blanco con el que dormía. Me miré al espejo y me empecé a peinar, el recuerdo del día de mi ataque no tardó en llegar a mi cabeza. Me paralicé.

-Vas a matarlos- siempre con esa voz tan fría.

-No- dije seca.

-Claro que sí- posó su mano sobre mi hombro y se acercó tanto que pude sentir su respiración sobre mi cuello.- Y lo más gracioso, es que no podrás pararlo.

Entonces me giré para hacerle frente, pero desapareció, no estaba.

-Se que no los matarás- dije mientras me volvía a cepillar el pelo.

Holaaaaa, ¿qué tal están?

Uff, mil palabritas y pico😂. Espero que os haya gustado este capítulo. Si mis cálculos no fallan os podré traer otro antes del lunes.

ATTE- trix💜

ATTE- trix💜

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Ich Brauche Dich~~~[Fanfic Frey Stein] ¡¡¡Reescribiendo!!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora