Capitulo 8 Parte 4

83 15 13
                                    

POV Singto

Recuerdo algo mas que pasó el día del concierto de los Sofistas. Antes de que a Kit le coquetearan  esas hembras calenturientas con deseos de aparearse. 

-Kit, tengo que ir al baño.-le informé debido a que estaba sentado encima mío. 

-Vamos-nos levantamos. Cuando estuvimos lejos de la vista de los chicos ,redujo el espacio entre nosotros. Me encontraba  contra la pared y  él frente a mi. 

- La noche está ideal para más mimos- la vez anterior que nos habíamos visto yo le había hecho mimos después de nuestra cena en el restaurante de comida asiática. Su tono era sugerente. 

-Discrepo ,ningún día tiene un atributo específico para recibir caricias-expresé de forma neutral.

-No seas aguafiestas...enserio quiero mimos...- se formó un tierno puchero en su preciosa boca. Sonaba tan meloso que me daba ganas de agarrarle y pellizcarle suavemente sus mejillas.

-Yo...- me interrumpió.

-Quiero repetir, Leoncito. - se mordió el labio seductoramente. Me concentré en su piercing en forma de una pequeña argolla del lado derecho en su labio inferior. Fue la primer persona en llamarme así.  El apodo saliendo de sus labios sonó totalmente incitante. Mi racionalidad estaba siendo amenazada. Su mirada era magnética. La mía se alternaba entre sus ojos y labios. Humedecí mis labios con mi lengua sin poder evitarlo. Inconscientemente imitó mis movimientos. Previamente le quería agarrar las mejillas y en ese instante pensaba en comerlo.

- No creo que sea idóneo- intenté negarme. Aunque en el fondo también quería repetir la sesión de caricias, pero con mas intensidad y menos ropa. 

-Tiras la piedra y escondes la mano- su nariz y labios se fruncieron en una mueca. Me estaba desafiando. 

- ¿Justo acá que tenemos público?-besé la comisura de sus labios. En su asombro aproveché e invertí la posición, siendo él quien estaba acorralado en  la pared a partir de ese momento. 

- ¿Me cumplirías esa fantasía?- la lujuria en nuestra burbuja era inmensa. Me daban ganas de mandar todo al carajo. Solo pensaba en lo apetecible que se veía Kit ,mi perdición. Mi mente le estaba cediendo el control de mis acciones a mi cuerpo.

-La realidad supera la ficción - mi voz salió mas ronca de lo que imaginé. Me acarició los labios con sus dedos con una sensualidad tal que mi libido se encontraba allá por las nubes. Sin embargo, me repetía a mi mismo  el mantra: "la mesura es una virtud".  

-Tengo las expectativas muy altas- susurró una vez mas intentando quebrantar mis limites y mi fuerza de voluntad.

-Lo bueno se hace desear.- besé su mano que previamente estuvo acariciando mi boca. Era una promesa. 





















Atracción filosoficaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora