capítulo 4

786 111 61
                                    


Y si tuviera el naufragio de un sentimiento

William se encontraba en su antigua universidad y todo parecía ser tal cual recordaba, los salones de clases conservaban sus pizarras y asientos. El hermoso jardín de rosas tan propio del lugar estaba en las mejores condiciones. Se escuchaba el tenue murmullo de las voces de los otros estudiantes y los profesores. Caminaba tranquilamente a su siguiente clase y pensaba en el informe que debía hacer para una de las asignaturas. Para él no era difícil e incluso tomo el puesto de ayudante en una de las cátedras. Se encontraba estudiando astrofísica y era una de las mentes más prometedoras. En medio de aquel ambiente William se sentía un poco contrariado pues se encontraba viendo todo como si de una película se tratase.

-Esta escena me parece familiar y creo que sé lo que va a pasar- eran los pensamientos llenos de amargura del rubio.

Y tal como predijo detrás suyo se presentó un hombre más alto que él que lo tomo suavemente del brazo llamando su nombre. Entonces con su tono de voz más respetuoso le pidió que lo soltara. Su cuerpo tembló ante el cálido agarre y tuvo que tragarse el nudo en su garganta. Entonces despertó bastante agitado y con lágrimas en sus ojos, se froto con la manga de su pijama.

Su respiración era irregular y le costó calmarse, una vez se relajó decidió que lo mejor sería tomar una ducha así que se dirigió al baño, para su desgracia este estaba ocupado por lo que tuvo que esperar. Pudo deducir que se trataba del nuevo visitante pues todos los demás sabían que este era su baño personal.

Mientras tanto Sherlock se duchaba tranquilamente pensando que este día era una nueva oportunidad para conocer mucho más del rubio. Una vez estuvo listo salió del baño y fue grata la sorpresa de ver allí a Liam.

- ¡Liam! ¡qué bueno es verte por aquí! - mientras sostenía la toalla que rodeaba su cintura

-no es necesario que levante tanto la voz Mr. Holmes nuestros hermanos todavía duermen

-Cierto, cierto- dijo quitándole importancia.

- ¿Puede ponerse algo de ropa pronto? - señalo William intentando disimular que lo había visto de pies a cabeza.

-Oh si lo siento. Nos vemos después en el desayuno dijo Sherlock mientras le guiñaba un ojo sabiendo que al otro por lo menos le llamaba la atención y con ello más probabilidades de que le contara más cosas de sí mismo.

-Mr. Holmes es un descarado- pensaba William a la vez que suspiraba

Entonces entro al baño donde comenzó a desvestirse hasta que quedo completamente desnudo. Su blanquecina piel era realmente hermosa y parecía relucir con los rayos del sol que se escabullían por la ventana. Cuando entro a la ducha abrió la llave y fue bañado por el agua de la regadera. Tomo el shampoo y se aplicó un poco en sus hebras doradas, cuando se hizo espuma relaja sus hombros pues el sueño que había tenido siempre lo dejaba en un estado de desanimo.

-Es como el naufragio de un sentimiento, siempre volviendo cuando yo ya lo quiero olvidar.

Aquella persona le había hecho mucho daño con su partida y su mente no dejaba de mostrarle imágenes de aquellos tiempos en los que fue más feliz que nunca. No olvidaría jamás a aquel que le prometió tantas cosas y que lo había hecho sentir de una manera que no ha vuelto a experimentar. Mientras seguía bañándose empezó a pensar que hoy tenía que hacer clases en la pequeña escuela.

-Mis estudiantes lo están haciendo muy bien, creo que realmente les hará bien salir de excursión- eran los pensamientos que había en su mente

William adoraba enseñar y sus pequeños estudiantes lo querían mucho también, cuando llego a Montefioralle nunca imagino que tendría la oportunidad de ser profesor. Como había pocos habitantes en el lugar los niños tenían que ir a estudiar a pueblos cercanos más grandes. Sin embargo, cuando su hermano Albert le señalo que podría desempeñarse como docente decidió aceptar. Fue una de las mejores decisiones que había tomado pues de esa manera podría distraerse. Solo le había contado a Albert la situación a grandes rasgos y este no lo presiono para que le comentara más detalles.

IrrefrenableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora