Confianza [Cloud x Shulk]

02 - 𝘊𝘰𝘯𝘧𝘶𝘴𝘦𝘥.

Fue un almuerzo relativamente tranquilo para todos. Sin embargo para Shulk fue algo incómodo, más que nada por los cotilleos sobre él y Cloud. Pero a éste no parecía afectarle.

Fueron al salón a descansar y se encontraron a Corrin, otro novato, bocabajo en el sofá. Emitía unos quejidos y ambos rubios se miraron raro.

-¿Estás bien Corrin?- el mencionado levantó la cabeza. Tenía ojeras y la cara pálida. - Acabo de descubrir que los batidos están caducados...-

En cuanto acabó la frase, el ojirrojo sintió arcadas y se fue corriendo al baño. Cloud puso una mueca de preocupación. -¿Seguro de que estará bien?-.

- No te preocupes. Tenemos varias bolsitas de té con efectos medicinales.- escucharon una suave voz detrás de ellos. Era Zelda.

[Nota 01: La Zelda de la historia es la de "Between Worlds" pero un poco más adulta, al igual que Link]

- Le prepararé una manzanilla y estará mejor.- sonrió. En ese momento, a Cloud le dió una leve jaqueca y tuvo una alucinación. Cuando se le pasó, Shulk y Zelda le miraban preocupados.

- ¿E-estás bien Cloud?- Shulk se veía bastante agitado. - Sí... Tranquilo solo fue un mareo.- Cloud se fue a su cuarto dejando a ambos jóvenes solos.

- Es raro...- Zelda soltó una risita. - A casi todos les parece raro.- Shulk negó con la cabeza. - Me pareció ver... Que soltó una lágrima.-

A Zelda le cambió la cara a una de angustia y miró hacia las escaleras. Ese chico parecía tener muchos secretos. Y los ocultaba bastante bien.

En su cuarto, Cloud tenía una mirada apagada. Sostenía una cinta roja bastante desgastada. Suspiró pesadamente. - Te dije que no te acercaras a mí, que estaba involucrado en asuntos peligrosos. Si hubiera insistido más...-

La puerta se abrió con un crujido. El mercenario se puso en alerta y agarró su espada, alzándola al instante.

- T-tranquilo, s-soy yo.- era Shulk. No pudo evitar el tartamudeo ni el nerviosismo al sentir la punta de la espada en la garganta. - Oh. Perdona, pero debiste llamar.- Cloud bajó su espada y se volvió a sentar en la cama.

- ¿Te encuentras bien? Pareces algo triste...- Cloud soltó una risa.

- ¿He dicho algo gracioso?- el rubio se confundió un poco. -Para nada. Es solo que me parece raro que te preocupes por mí. Acabas de conocerme.-

Shulk se puso otra vez como un tomate. El mercenario se sorprendió. - ¡Oye! Te has puesto como un tomate otra vez, ¿te sientes bien?-

- ¡T-tengo que irme!- Salió corriendo de la habitación de Cloud y se encerró en la suya. Se dejó caer al suelo y se agarró en donde estaba el corazón. - Dios... No sé si podré con esto.- En ese momento, recordó cuando habló con Pit y Dark.

"¿Ha sido amor a primera vista?"

No quiso admitirlo. Pero parece que tenían razón en eso. Con su mano libre se tapó los ojos. Se sentía miserable. ¿Cómo podría mirar a Cloud a la cara?

- ¿Shulk?- escuchó su nombre a través de la puerta. - Cloud me ha dicho que estabas algo nervioso, ¿puedo pasar?- era Roy. Ya un poco un más calmado, le abrió.

- ¡Oh dios Shulk! ¿Estás bien?- el pelirrojo se alarmó al ver a su amigo así. - ¿P-por qué lo dices?- preguntó el rubio. - Estás llorando...- Shulk se tocó la mejilla y la notó húmeda. ¿En qué momento empezó a llorar?

Ambos se sentaron en el suelo. El rubio decidió contarle todo a su amigo. Roy se sorprendió de lo que escuchó. - Así que era eso...-

- Soy idiota. Ni siquiera sé si le gustan los chicos.-

- No es culpa tuya. No eliges de quién te enamoras. Además os acabáis de conocer. No te agobies. Todo irá bien.

- ¿Y-y si m-me rechaza?

- Olvídalo. Tendrás amigos que te apoyarán si eso ocurre. Confía en mí.

Shulk no lo aguantó y estalló en un llanto descontrolado. El pelirrojo lo abrazó fuertemente mientras le frotaba la espalda. Pudo notar que estaba temblando.

El joven investigador quedó agotado y se durmió. Con mucho cuidado, Roy cargó a su amigo en su espalda y lo tumbó en la cama. Lo cubrió con las sábanas y se fue.

En el pasillo se topó con Link que recién acabó de afilar su espada. - ¿Está bien el chaval de la Monado?-

- Sí, solo tuvo un ataque de ansiedad.- el espadachín rubio suspiró. - Era de esperarse. Es emocionalmente sensible.-

Decidieron dejar al chico descansar tranquilo en su cuarto. Sin embargo se toparon con quien menos esperaban.

- ¿Está bien vuestro amigo?- ambos chicos querían reprocharle al mercenario, pero vieron preocupación en su rostro. - Sí, solo está durmiendo.-

- Ya veo. Decidle que hable conmigo cuando despierte.- ambos espadachines se sonrieron y miraron al mercenario. - ¿Y por qué no se lo dices tú mismo? Además creo que le vendrá bien compañía.

Cloud se extrañó. - ¿Y eso?- Los otros dos le dieron una mirada de angustia. - Suele tener pesadillas o alucinaciones y le afecta mucho en su vida diaria.

Al mercenario se le encogió el corazón, pues él también las tenía. Era cierto que aún no confiaba en él, pero pensó que sería una buena forma de devolverle el favor.