Narra Alex
Cinco días han pasado desde que Emma llegó a la manada, desde aquel día en su habitación no la e vuelto a ver, decidí darle espacio, quizás el hecho de estar sola la ayude a recapacitar y aceptar que es mi luna. A un que las cosas no han estando yendo tan bien con ella , las personas de servicio me mantienen informados de todo lo que hace, en estos días solo a querido comer una ves al día y no a querido dirigir palabra con nadie, me duele el hecho de que este mal pero creo que es la única forma que tengo de mantenerla conmigo. Suspiro, espero que esto sirva y que pueda llegar a amarme.
Unos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos –pase– tras la puerta se encontraba mi padre, al verlo me paró rápidamente de la cama y me dirijo hacia el –¿sucede algo papá?–es muy raro que venga a buscarme personalmente–necesito que me acompañes a los calabozos vamos a hablar con los bastardos de los cazadores– camino tras el fuera de la habitación, los pasos de mi padre son apurados al igual que los míos, me siento extasiado, es la primera vez que mi padre me lleva al calabozo siempre me decía que el día que fuera alfa los conocería pero que mientras me quería mantener alejado de todo eso, quería que disfrutara mi vida "normal" todo lo que pudiera. A un que claro no es la primera vez que voy a estar ahí, siempre me escapaba en las noches y hacía las cosas que me eran prohibidas por que claro soy hijo de Esmeralda Withman y a nosotros nadie nos dice que hacer.
Bajamos unas largas escaleras que nos llevan hasta una gran puerta de metal, el guardia que se encuentras afuera al vernos nos hace reverencia y tras incorporarse abre la puerta, los gritos de las personas dentro de las celdas aturden mis oídos, se escucha como piden clemencia y que por favor los maten pero en cambio de ser escuchados son más castigados, cualquiera pensaría que somos unos bastardos pero realmente las personas que están aquí han hecho mucho daño incluso más del que están recibiendo. Nos detenemos frente a la última celda, es la más oscura y pequeña de todas y el olor que emane de ese lugar es realmente desagradable.
–Como se encuentra el gran rey de los cazadores– las palabras de mi padre salen cargadas de sarcasmo y odio.
Dentro de la celda retumba una risa, si no fuera un alpha estoy seguro que me hubiese puesto los pelos de punta – Que bueno que sabes quien soy, espero que se me sea tratado como merezco– su risa se incrementa y sonido es cada vez más insoportables.
–eres un bastardo Andrés– las manos de mi padre entran por las barandas de las celdas y sostienen su cuello con fuerza.
– A un que quieras matarme Axel no puedes por qué tú hijito se queda sin mate– las palabras salían con dificultad de su boca.
Siento como si mi sangre empezara a hervir, este tipejo no va hacer quien me impida tener a mi luna. Mi padre lo empuja con fuerza y este cae con brusquedad contra el piso –muy bien su majestad es hora de darle el trato que se merece– mi padre da la orden de que lo saquen de la celda, varios guardias llegan para trasladarlo a un lugar mucho peor del que ya se encontraba, el cuarto de torturas.
–hijo es suficiente por hoy, daré la orden para que lo dejen atado de brazos colgando con cadenas y en unos días volveremos a empezar con el castigo– empezamos a caminar hacia la salida del calabozo.
–padre me gustaría ser yo quien dicte su castigo– la expresión de mi padre pasa a una de desaprobación, el nunca a querido que me manche las manos de sangre.
–Alex sabes muy bien lo que opinamos tú madre y yo de que te involucres de esa manera en estas cosas, una cosa es que te permita estar presente y otra que te deje matarlo– sus palabras solo generan molestia en mi, estoy harto de que me sigan tratando como a un niño, ya soy un hombre y está ahora es mi manada –padre espero que entiendas quien es el Alpha ahora, y que respetes las decisiones que tomo en mi vida y en mi manada– me voy sin esperar respuesta, realmente no quiero tener esta conversación con mi padre ahora.
Qué tal si vemos a nuestra lobita
–Eso si que me pondría de buen humor– la risa de mi lobo me contagia, realmente extraño sentir su olor.
–Oye zack no según qué ella nos rogaría– una risa burlona se escapa de mis labios.
Y así será mi pequeño Alex pero cómo nos va a extrañar si no le damos razones.
Corto mi conversación con Zack al sentir el aroma de mi mate, ya me encontraba frente a su habitación, podía escuchar su respiración, era tan calmada seguramente estaba dormida. Abro la puerta con cuidado intentado no despertarla, se encuentra acostada boca abajo con su pelo todo revuelto y sus piernas intentan escapar de entre la fina sábana. Es la imagen más hermosa que e visto.
Quiero sentirla, acércate.
Mis pies avanzan como si tuviesen vida propia, cuando me encuentro frente a la cama me quito los zapatos y me acuesto a su lado con cuidado. Tengo que aprovechar esto lo más que pueda.
Y.A
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El Alpha Alex
Người sóiPrimer libro ¡MI MATE UN ¡NIÑO! Saga {Mate} Ella llegó a su vida de una manera inesperada, sacando todo el lado oscuro que el llevaba dentro. Ahora el era el Alpha y ella tenía que mostrar sumisión ante el. -nunca amaré a un maldito lobo como tú. -o...