En donde Yoongi era el lindo y pequeño asistente de Dios.
En donde el demonio necesita urgentemente ayuda y le toca conformarse con aquel chiquillo de ojos grises.
-¡Por todos los cielos!
-Estas en el infierno... ¡yoongi!
¿Qué podría salir mal?
Min_...
A la plena luz de la luna jungkook entraba en duda. Yoongi había llegado hace tan solo dos días, no era posible que en tan poco tiempo esté estorbando tanto... ¿porque lo contrató?
Sus mejillas son preciosas.
Sus ojos son brillantes.
Y aquellos labios muy... apetecibles.
Los colmillos de Jungkook sobresalieron, la adrenalina en su cuerpo estaba aumentando, el odio que le tenía al mendigo ángel ese lo llevaba al límite. Sin querer se dio cuenta de que su ordenador estaba por apagarse.
Levantándose por el cargador, encontró en la esquina donde yoongi preparaba los té chispeantes, había un credencial, recogiéndolo del suelo lo llevó a su puesto de trabajo.
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"Min Yoongi: asistente personal de Dios"
Si que parecía un ángel.
No tenía nada que perder, el trabajo lo dejaría para mañana, agarrando su teclado busco en grande el nombre de su empleado. Min yoongi en letras grandes puso y sin querer abriendo un portal en Google le dio inicio a una de las tantas desveladas por aquel muchacho de ojos grises.
La curiosidad mató al gato Jungkook, tal vez a ti te enrede aún más en las preciosas garras limadas del pequeño Min.
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Los rayos de luz ingresaban fugitivamente por toda la habitación, la piel de nuestro protagonista resaltaba por sobretodo, yoon estaba acostumbrado a dormir sin ropa, no lo culpen sus alas se sentían libres.
Bostezando, con una sonrisa al ver a su amigo embobado en la puerta, rió con buen humor. La mañana era hermosa.
—Eres bellísimo— Tae ingresaba con una tanda de manzanitas cortadas a la habitación color crema— necesitas vitamina para otro día agotador—
Yoongi nuevamente le mostró las encías, amaba la preocupación hacia el.
—Hoy no vendré a casa, Bin se metió en problemas y como ángel guardián tengo que ir a checar, ya sabes— sin importar abrazó a yoongi, viendo como este asentía sin problema— te amo yoon ¡no lo olvides!— y salió de allí—
Sin duda había dormido en paz, el hecho de acordarse de sus tíos lo puso de muy buen humor. Esperaba poder visitarlos pronto.
Metiendo una manzana con miel a su boca, empezó el día.
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—Yoonie, mi precioso horripilante yoongi... ¿como amaneciste?— Nayeon saludaba emocionada al ver entrar a su compañero—
—Señorita Nayeon— yoongi la saludó con una reverencia — ¡He dormido muy bien! Y ¿usted? —
—Pensando en el trabajo, sofocante... ya sabes— la señorita también trabajaba a full, las guías por todo el terreno aumentaron y no había ni pizca de tiempo para ella—
—¿Todo va muy mal verdad?— preguntó yoongi con la opresión en su pecho, pues todo esto era su culpa—
—Que dices yoongi... ¡nos está yendo de maravilla! — sonrió la recepcionista, pues aunque había mucho trabajo era de las mejores temporadas para el infierno—
Pero el cielo al contrario se convertía en más y más caos, el buen humor de yoongi empezó a disminuir y más aún cuando hoseok le pidió jarras de agua chispeantes. El solo estaba para preparar eso, no necesitaban de Min arcángel ideoso Yoongi. Ya no...
—¡Yoongi!— nuevamente su "jefe" gritó— agarra esas carpetas— jungkook lo llamó tomando un sorbo de té— ordénalas en el anaquel azul, las fechas ya te las sabes no demores—
Espera... ¿que?
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Agárrenme y agárrense que empieza la maratón ¡! Baiiii 1/3 Min_aguacatito.
