¡Era un edificio enorme!
Era el doble del gran edificio rojo en donde trabajaba, este era de gente nice... yoongi lo sabía, deslumbrado veía todo con un brillo en sus ojos. Nunca antes había ido aquel lugar.
Namjoon nunca lo llevó.
—Tranquilo— el roce de manos, con hoseok lo calmó un poco pero no eran nervios era emoción— solo... cierra tus ojos—
¿Que?
El ascensor se detuvo en el último piso, de repente las puertas empezaron a abrirse, el sonido de aquella gran maquinaria indicó que habían llegado.
¡Flash! ¡Flash! ¡Flash!
Sus ojos fueron asaltados por un montón de luces blancas, el click de todas las cámaras que lo apuntaban eran realmente incómodas, sus retinas se empañaron. ¡Jesús! Lo habían cegado por completo.
La gente hablaba muy fuerte, micrófonos, celulares, periodistas, todos atacaban al trío que parado en el ascensor sonreían. Bueno solo dos de ellos...
Yoongi necesitaría lentes después de esto.
Su mirada decayó en la gente que lo veía en completo asombro, afuera de la caja de metal, ángeles y diablillos lo observaban mientras su ceño se fruncía.
De repente se sintió pequeño, incluso más de lo que ya era, a lo lejos vio algo que hizo su estómago añicos... Jimin sonreía felizmente enganchado al hombro de Namjoon.
Su blanca dentadura era portada de millones de almas expectantes...
Sus pies se congelaron, la voz de hoseok se volvió lejana, sus ojos estaban a punto de cristalizarse, ¿porque nadie tuvo interés en veinte años por el?
Preguntas que apuñalaban su corazón rondaban en su mente.
Lidiar con gente metida era la especialidad de Jungkook.
Si algo le gustaba era callar bocas sueltas y cerrar picos largos.
Simplemente tenía que sonreír hipócritamente a todos, su padre estaría allí solo tal vez con él si compartiría un copa. ¿Estaba preocupado? Para nada, Yoongi era un peón blanco fuerte, y a jungkook le gustaba jugar sucio con el color negro.
Simplemente tenían que conquistar el lugar.
Sus hermosos orbes carmín ya estaban acostumbrados a tantas cámaras, no le fue difícil esquivar aquellos flashes, por inercia giró para ver el estado de sus empleados.
La mirada de yoongi decía mucho.
Estaba perdido, ¡Demonio mío! ¿Justo en ese momento? Diablos.
—Mocoso mimado... ¡hey despierta!—chasqueando sus dedos varías veces, los ojos grises de yoongi se posaron en el— son cámaras no te van a morder, deja de ser miedoso y camina—
Yoongi no respondía, ninguna partícula de su cuerpo lo hacía.
—No estoy para juegos, yoongi camina— el susurro esta vez fue más alto y logró llamar la atención de varias almas pero así de rápido fueron ignorados—
Después se arrepentiría.
La gran mano de Jungkook se sujetó a la de Yoongi, estaba tibia... mientras que la del Ángel sudaba. Al mayor no le importó.
Aquel contacto desvió nuevamente a yoongi, el precioso joven de rizos amarillos estaba sorprendido por el contacto tan repentino, tanto así que sus pensamientos negativos fueron eliminados.
Como un soplido al viento, rápidamente todo enfocó en Jungkook, su mano daba suaves caricias en la más pequeña, mientras susurraba cosas en otro idioma. El olor a canela de Jungkook embarró a yoongi completamente.
Dejándolo baboso y retrasado. Estaba hipnotizado...
—¿Q-que hace?— dieron el primer paso, todos estaban sorprendidos por el acto tan repentino de parte del demonio, pues él ni siquiera él buenos días te daba—
—Sonríe, la muerte es bella— finalizando la conversación, jungkook dió el segundo paso—
Poco a poco yoongi se sentía seguro, aquel contacto que estaba compartiendo con su jefe era tan lindo y especial que raros animalitos volaban por su estómago.
De un momento al otro, la imagen de Namjoon y Jimin se fueron de su organismo, dejándolo a un lado sonrió con autosuficiencia.
El brazo fuerte que lo sujetaba, le hacían millones de promesas silenciosas, moonie a una de ellas nombró "No te soltare jamás"
Y así Jungkook enredo el brazo de su asistente elegantemente en el suyo, su camisa informal de playa blanca dejaba ver algo de su pecho bronceado, estaban unidos de una manera tierna y honesta.
—¿El ángel de ojos grises, que viste "SC", no es yoongi?— Jimin preguntó a namjoon, rápidamente este volteó—
Su pequeño estaba allí, más radiante que nunca. Quería abrazarlo y no volverlo a soltar.
Pero el venía acompañado... su mirada decayó en su pareja, Jungkook quien este giró y le respondió de igual manera pero con una sonrisa.
Sin duda la sonrisa cínica que la narradora se mentalizo en esta parte, le dió cien años de vida, con boleto al infierno y todo.
Alguien más ya lo tenía.
Rompiendo la cuarta pared 😈 JAKSJAKJS
La tensión que se viene es potente, agarrense.¡Me hacen feli muy feli feli!
Min_aguacatito.
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¡Dulce asistencia! -Kookgi-
FanfictionEn donde Yoongi era el lindo y pequeño asistente de Dios. En donde el demonio necesita urgentemente ayuda y le toca conformarse con aquel chiquillo de ojos grises. -¡Por todos los cielos! -Estas en el infierno... ¡yoongi! ¿Qué podría salir mal? Min_...