En donde Yoongi era el lindo y pequeño asistente de Dios.
En donde el demonio necesita urgentemente ayuda y le toca conformarse con aquel chiquillo de ojos grises.
-¡Por todos los cielos!
-Estas en el infierno... ¡yoongi!
¿Qué podría salir mal?
Min_...
¿Sabes? Cuando tu corazón está alegre salta, tu pecho se mueve y tus mejillas se sonrojan.
Así estaba jungkook cuando al abrir sus ojos, se encontró con yoongi a escasos centímetros, sus narices se rozaban y los suaves ronroneos del Ángel, se sentían en todo su cuerpo.
La mañana estaba gris, así como los ojos del pequeño ángel que tenía enredado en sus brazos, mientras lo miraba con dedicación jungkook se dió cuenta de que sujetaba la cintura de Min en sus brazos.
Eso se estaba volviendo una costumbre.
El casi no tenía manta, ni siquiera yoongi... Bob esponja estaba todo desparramado en el suelo, la escritora nunca tuvo tanta envidia como la que estaba sintiendo por esa cobija.
Era como que no necesitaron calefacción pues estaban el uno para el otro para esa necesidad, de repente los ojos de yoongi se abrieron.
Un suave bostezo pequeño como el de un gato lo guió hasta el hombrecito.
Dulcemente yoongi le sonrió, sus suaves manos tocaron el cabello despeinando del diablo, sus ojos grises se volvían más obscuros y como si de algo delicado se tratase.
Suavemente depositó un pequeño y corto beso en los labios, y así como llegó el beso tímidamente yoongi se soltó para huir. Pues estaba muy avergonzado...
La vergüenza le valió tres hectáreas de aguacates, jungkook lo sujetó del brazo para tumbarlo nuevamente en el sofá y poseerle la boca con rudeza.
Chocó con necesidad sus labios, sus manos volvieron a acariciar las mejillas suaves de yoongi, estaba sediento de los dulces labios de su asistente y no pensaba detenerse hasta conseguir suficiente.
Justamente jungkook se sintió insaciable.
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El congreso estaba de pie, firmando un destierro con nombre y apellido.
Jimin se había encargado de hacer público el nombre real de Min Sunmi, ella fue condenada ahora se debatía el futuro de su hijo.
—El ángel Min Yoongi tendrá que ser desterrado junto con su hermano, Jeon Jungkook tendrá el 70% del infierno a su dirección por ser el primogénito de Lilith, mientras que el 30% está destinado al ángel obscuro—
—Ustedes no pueden hacer eso, Yoongi es un ángel ejemplar— namjoon se enfrentaba frente a todos, la corte celestial estaba siendo injusta—
—La concepción de la señorita Jeon Min fue hereditaria, señor no hay más salidas— sosteniendo en mano el libro democrático del mundo, el general celestial impulsó la ley—
—Es injusto, un bebé no puede ser juzgado como tal... el cielo es un lugar de misericordia, ustedes no están actuando correctamente—
—¿Y le parece que encubrir a la madre del vicio en el cielo, está bien señor? Usted faltó muchas veces a la palabra de la ley, no por ser el primer mandato puede hacer lo que quiera Kim—
—Tengo voz en mis empleados, es mi mundo y son mis ángeles, esta corte se extiende hasta nuevo aviso... porque escúchenme bien, no voy a dejar que un inocente cumpla el pecado de otro—
—Usted está aprovechándose de su puesto—
—Estoy cumpliendo con mi trabajo— viendo entre todo el congreso a Jimin, quien perdido lo veía— Ultima cosa, la condena de lilith se cumplirá en en el infierno, ella pertenece allá me vale muy poco que el consejo no lo apruebe.— levantándose del asiento, sintió poder después de tantos años—
Siempre se manejaba a la orden del estúpido congreso, desde ahora y por yoongi ya no, haría hasta lo imposible para que el y su jungkook estuvieran bien.
Por los siglos de los siglos.
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No soy de las personas que expresan sus sentimientos en palabras y oraciones, me gusta planearlas y sentirlas en el momento, por ende ustedes deciden la etiqueta para la relación de yoongi y jungkook.
