Me gustas.

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Charly estaba muy afectado por lo que había pasado anteriormente. Para ahogar sus penas decidio ir a un bar a tomarse unos cuantos tragos.

-Yo no me voy a tirar a llorar a una cama- se repitio a si mismo- tomo sus llaves que estaban en el asiento co-piloto, encendio su auto y fue rumbo al bar "Playshot"
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Por otro lado Emilia estaba reunida junto a algunas amigas que hace poco había conocido.

-Noo, marica. Que desparche -dijo acostandose en su cama-

-Parce, pues salgamos un rato. Acá no hay nada pa' hacer, y aparte mañana es sábado.

-Ay, yo no sé - añadio Emilia no muy segura-

-Vos nunca sabes nada, marica -golpeo sus piernas mientras subia sus hombros-

-No pues perdón por existir

-Dios! -volteo los ojos- ¿Y tu Camila?

-¿Yo que?

-Pues ¿que pensás?

-No sé, lo que ustedes digan -dijo mirando su telefono-

-¿Vos con quien es que hablas tanto por whatsapp?

-Mmm, pero es como sapita la niña -giro a verla-

-Si, ¿y que?

-saco su dedo de en medio fingiendo una sonrisa-

-Tu dedito te lo podes meter por el cu...-fue interrumpida por Emilia-

-Bueno, ya! Parecen dos niñas de ocho años. Que estrés!

-Ella que se pone de sapa -protesto-

-Camila Alejandra! Ya no más.

-Que no me digas por mi nombre completo -subio su tono de voz-

-Entonces comportate. ¿y según tu a donde vamos a ir, Natalia?

-Bueno, es que hace poquito abrieron un bar acá en Medellín que se llama dizque "Playshot" y varia gente que conozco pues ha ido. ¿Vamos o qué?

-Tocara -dijo Emilia-

-Tocara- repitio Camila-

-Pues si, les tocara. Porque yo no voy a ir sola por allá. Alistense pues rápido. Yo no me voy a cambiar.

-Emilia, prestame ropa.

-Busca en esos cajones de allá, Nata -le señalo-

Ya pasados unos minutos Natalia, Camila y Emilia ya estaban listas para ir al tan famoso bar "Playshots". Pidieron un uber que por cierto, les costo un ojo de la cara y arrancaron pa' el bar. Ya llegando al lugar el señor detuvo el auto.

-Chico, es que todavia falta como cuadra y media. -dijo Camila amablemente-

-Si, si, yo sé. Lo que pasa es que hasta aqui puedo traerlas. Ese bar queda metido como por un callejon y no es para nada recomendable entrar el carro.

-Pero es que como se podra dar cuenta llevamos tacones - señalo con las dos manos a sus pies  - y bueno, tampoco es muy recomendable caminar toda una cuadra en tacones -se notaba por el tono su molestia-

-Naty, el conductor tiene razón -Natalia la miro disgustada-Peeeero, señor le agradeceria un montón si por lo menos nos deja en la esquina.

-Daniel, digame Daniel. Y con respecto a lo otro yo les hago el favor. Pero hasta la esquina nomás.
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Las tres estaban entrando apenas acomodandose en el lugar cuando de un momento a otro Emilia se percato de que Charly se encontraba sentado y solo en una mesa del bar. Se veia bastante ebrio. No dudo ni instante en ir a ver que le sucedia -chicas, ya vengo. Denme un momento-

El reflejo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora