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Seungmin observaba con el corazón pesado mientras su amante, el hombre que adoraba más que nada en el mundo entero, se convirtió en un temible dragón y cargó contra los cazadores que se habían encerrado detrás de las mesas de metal. Dispararon sus armas contra él, pero continuó, como si le dispararan perdigones en vez de balas.
Seungmin gritó, y sus pies se movieron sin que su cerebro pensara acerca de las consecuencias. Trató de correr hacia Hyunjin. Tenía que protegerlo.
Una mano áspera lo agarró por el hombro y lo tiró de vuelta.
―¡No! ¿Qué estás haciendo? ¿Te has vuelto loco? ―Taeyong miraba fijamente a Seungmin como si él realmente hubiera perdido la cabeza, y tal vez así era, porque Santo Cielo, él habría corrido justo a su muerte si Taeyong no lo hubiera detenido.
Seungmin volvió sus ojos hacia la batalla, pero era difícil ver lo que estaba ocurriendo gracias a la mesa de metal que estaba bloqueando su visión. Todo lo que podía oír era el rugido que Hyunjin y el aleteo de sus alas, y el camino destrozado que dejaba su cola alrededor. Garras contra metal y más disparos mientras los humanos gritaban.
Fue como ver un tornado pasando detrás de un escudo de mesas volteadas. Mientras Seungmin todavía pudiera ver las alas de Hyunjin y su cola moviéndose, entonces eso significaba que él todavía estaba vivo, y eso era todo lo que a Seungmin le importaba.
El tiroteo paró de pronto, los gritos terminaron, y el único sonido que podía escuchar Seungmin era la pesada respiración del enorme dragón detrás de las mesas.
Seungmin tuvo que empujar las manos de Taeyong lejos de él mientras corría hasta Hyunjin, porque ni loco se quedaría lejos ahora. Seungmin ignoró a las personas que le gritaron. Su único enfoque era conseguir llegar al otro lado de las mesas y ver a Hyunjin.
Hubo un pequeño mar de personas muertas y heridas. Todas las armas fueron lanzadas en una esquina. Seungmin estaba bastante horrorizado por todas las heridas y la sangre. Trató de no mirar a alguien que parecía estar muerto. Sólo quería mirar al dragón que estaba todavía de pie, pero apenas.
Hyunjin estaba jadeando, estaba de espaldas a Seungmin, y Seungmin estaba bastante seguro de que su compañero ni siquiera sabía que iba a venir. Algunas de sus escamas estaban abolladas y rotas, pero la mayoría de ellas estaban bien. Incluso podría curarse sin ninguna cicatriz.
Cuando Seungmin se encontró lo suficientemente cerca, pudo ver que a pesar de que las escamas de Hyunjin parecían ser de color marrón, realmente tenían una especie de brillo metálico en ellas.
Sus escamas eran duras como roca y al parecer tan fuertes como el metal. Era su poder. Tenía escamas más fuertes que otros dragones a excepción de Mark, que era un dragón de acero, y por eso ahora estaba vivo. Un dragón de roca y un dragón de acero viviendo en el mismo Clan. Increíble.
Aunque Seungmin podía ver la forma en que el dragón levantó una de sus patas traseras tan ligeramente, manteniéndola fuera del suelo con el fin de no poner ningún peso en ella.
