Capítulo 24

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Ness

Creí que el tiempo nunca pasaría, que quizás se pararía y evitaría mi oscuro futuro. Pero no fue así, el tiempo siguió su curso y no esperó por nadie. Mañana a las 5 de la tarde terminaría mi viaje, mi luna de miel y lo que por 10 días estuve evitando pensar, mañana iba a suceder.

Llevaba encerrada dos días en mi habitación. No había visto a Fabio. Después del beso lo busqué, pero, aunque resulte difícil de creer, en un crucero si hay buenos escondites o al menos Fabio lo había hecho muy bien y no me lo había topado.

Me cansé de buscarlo, así que decidí esperar, cuando él estuviera listo saldría.

Un sonido captó mi atención, tocaron la puerta, aún estaba en pijamas, pero no me importó, fui directo a la puerta y la abrí de un tirón.

Tras la puerta apareció Marco. Por un momento sentí algo contradictorio en mi corazón, no quería ver a Fabio, pero albergaba la esperanza de que quizás fuera él.

-Toma. -dijo mientras me ofrecía una nota, la cual llevaba en la mano derecha.

Dudé en si cogerla o no, era de Fabio, debía serlo.

-Creo que deben hablar. -insistió Marco al ver que no hacía nada por coger la nota.

-Si no hemos hablado ha sido porque él no ha querido.

-Tienes razón y él también tiene las suyas, por eso deben hablar.

Al final si cogí la nota, me despedí de Marco y cerré la puerta de la habitación. Me senté en la cama aun sin abrir la nota, no sabía si quería leer lo que ahí estaba escrito. No sabía si quería ver a Fabio, lo único que sí sabía era que después del beso él se dio a la fuga y de cierta forma eso no estuvo bien.

Tenemos que hablar y es mejor que sea en persona. En el bar a las 8pm. Ponte guapa, es una cita.

Atte. El chico del pañuelo rosa.

No sé cuál era su truco, pero siempre se las arreglaba para hacerme reír, aún recordaba eso del pañuelo rosa.

No podía creer todo lo que puede cambiar en tí en tan solo 10 días. Entré de una forma y siento que mañana la chica que pisará tierra firme es otra, no sé si mejor a la anterior, pero al menos no es la misma.

No demore más la cita y llegué a las 8 al bar, como cuestión de orden estaba ahí, temprano, lista en la barra del bar, esperando a Fabio.

-Creo que te pasaste con lo de guapa -su inconfundible voz me hizo girar la cabeza.

No voy a mentir, si estaba guapa, sabía el efecto cautivador de ese vestido negro y ya que esa era la última vez que lo iba a ver, pues que se quedara con un buen sabor de boca era mi único objetivo.

-Yo solo cumplo órdenes. -le dije mientras probaba mi bebida.

-Te dije de vernos en el bar, pero prefiero que sea donde mismo lo fue nuestra no oficial primera cita.

No tuvo que decir más, había entendido la referencia y jamás sería capaz de olvidar aquella noche, aquella luna o aquellas estrellas.

Estábamos en silencio, no había tensión, solo silencio. No quería que la noche terminara y no sabía si era porque quizás no vería más a Fabio o porque quizás volvería a ver a Alessandro.

Me fue imposible no cerrar los ojos, aquel sonido de las olas era embriagador.

-Discúlpame. -rompió el silencio.

-No di…

-Fui un cobarde y preferí huir. Pero no quiero ser un problema más en tu vida.

-Tú en mi vida eres todo menos un problema.

10 Días para olvidarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora