CAPITULO 5 ΠΕΠΡΩΜΕΝΟ PART. 1

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A.

Escucho que alguien habla, pero no reconozco su voz.

<<¿Dónde diablos estoy?>>

—Nos volvemos a ver, niña—le quiero responder que no soy una niña, odio que me digan así

Siento una mano recorriendo mi rostro y esta se detiene en mis labios

—Tan hermosa, pero eres demasiado buena para que te envuelva con mi oscuridad—su mano sigue bajando y la siento en mi clavícula.

<<¿Por qué diablos me toca? Mejor dicho, ¿Por qué diablos su tacto no me molesta?>>

<<¿Quién eres?>> Quiero preguntar, pero no puedo.

—Ya no te cruces más en mi camino, porque la próxima vez te destruiré—siento sus labios presionando los míos y después nada.

<<¿A dónde vas? ¿Quién te crees para decirme eso? ¡No te vayas!>>

Quiero gritar y no puedo, no siento mi cuerpo... <<¿Qué me pasa?>>

<<¡Ayúdame! ¡No me dejes!>>

Escucho como entran corriendo varias personas y siento varias manos en mi cuerpo.

—Alena, Alena—alguien me habla—¿Qué le pasa?—es Thomas

—Pulso cardiaco bajo, preparen el desfibrilador

—¿Qué diablos sucede?—Jhosep, siento alivio al escuchar su voz.

—Alguien estuvo aquí—dice uno

—¡Cierren todo el puto edificio, nadie sale ni entra!—ordena—¡Revisen las cámaras, quiero al que entro a esta habitación!

—Preparen la primera carga a 200, voy a descargar al 3—el cruce de conversaciones me confunde

—No responde—escucho que dicen a lo lejos

Me duele el cuerpo, me siento cansada, pero sé que tengo que resistir

—Carga a 360—es lo último que escucho, antes de sumirme en la oscuridad otra vez.

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Siento que algo me taladra la cabeza, no quiero abrir los ojos ya que estoy segura que la luz se filtra por mi ventana y será peor.

<<¡Agh!, juro que no volveré a tomar>> Cada que salgo con los chicos, me pasa esto

<<Maldita Alessia, siempre me reta a tomar de más>>

Los ojos me pesan y me cuesta abrirlos, pero hago el intento nuevamente y al fin lo logro <<¡Mierda!>> Los vuelvo a cerrar porque la luz me lastima, sabía que esto pasaría, trato de alzar mi brazo para cubrirme, pero un dolor muy fuete se extiende por todas mis extremidades.

—¡Joder!—mierda, la garganta me arde, a cómo puedo vuelvo a abrir los ojos poco a poco y comienzo a observar a mi alrededor.

<<¿Un hospital?>>

—Oh Dios mío, Alena al fin despiertas—mi madre se acerca a mí, me siento desorientada, no puedo poner en orden mi mente

—Qué...—no termino de hablar porque la garganta me está matando, me lleva la que me trajo, me duele horrible el cuerpo, la cabeza, ¡todo!

—Oh cariño no hables, tranquila, iré por el médico—me da una revisión rápida, antes de salir corriendo.

Bajo la mirada a mi cuerpo y veo que tengo un cabestrillo en la mano izquierda, yeso en el pie del mismo lado y siento vendas alrededor de mi abdomen.

AMORES FINGIDOS: PASIONES, MENTIRAS Y CENIZAS (+21) EN PAUSA (Momentáneamente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora