I

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Otra mañana como todas, Clyde no dejaba de destacar que hoy era 21 de abril y que hoy se comía tacos por única vez en el año. Estuvo toda la mañana insistiendo, y que, si Craig gustaba, podría regalarle su apetitoso taco al regordete. Craig aceptó sin importarle mucho, no le gustan los tacos. Además, sabía que Clyde iba a seguirlo hasta su lugar con el fin de vengarse por no darle su taco, y esa no era la idea.

Al final de la jornada logró escabullirse entre sus amigos, se dirigía directo a su lugar, hasta que visualizó a un intruso.

Sobre una de las ramas del árbol yacía un chico de parka naranja, de la capucha brotaba alguna que otra hebra dorada. Fácilmente podía deducir que estaba fumando porque se veía un tenue humo en el aire, el olor tampoco ayudaba.
Nunca pensó que de todas las personas en el mundo que se podía topar, se iba a encontrar con él. Kenneth McCormick era un reconocido chico problema, en todo lo malo que podía destacar este chico simplemente destacaba.

Craig jamás llegó a conocerlo del todo, se supone que van juntos en sus clases de historia, dice "se supone" porque nunca lo vio asistir a ninguna clase. Y gracias a su ausencia Craig es quien tiene que leer sus páginas y las de Kenneth.

Según varios profesores y alumnos, afirmaron jamás haber visto tal cosa, que era el pecado en persona. Se sabe que es gay, mucha gente ha confirmado verlo besarse con chicos, una vez fue castigado muy fuertemente por hacerlo.

Craig jamás va entender el por que Kenneth se mete en tantos problemas, es decir ¿Tanto le cuesta portarse bien? Entiende que ser gay es una enfermedad muy grande y es un proceso por el cual tiene que pasar. Pero él jamás ha visto al rubio poner algo de sí para mejorar.

Y con estos pensamientos llegó hasta el rubio, parece que aun no noto su presencia porque está muy concentrado fumando y escribiendo quien sabe qué.

-Um, ey tu.- Craig le lanzó una ramita que encontró por ahí.

-¡A LA MIERDA!- Kenneth grito como si alguien le hubiera tirado un edificio entero, y del el susto cayó al suelo.

-Oh, Dios mio solo eras un alumno. Me asustaste, creí que eras un profesor o algo así.- Kenneth soltó una risita mientras se rascaba la nuca.

¿Este era el supuesto diablo? Parece solo un idiota que se cree de lo mejor solo por tener jeans rotos.

-¿Podrías irte? Estas en mi lugar.

-Disculpa? Yo llegué primero.- El rubio cruzó los brazos, y dios, si que era un idiota.

-Aja si, yo vengo aquí todos los días así que vete.

-Yo no veo que tu nombre esté tallado en el árbol.- Kenneth comenzó a inspeccionar el árbol con el fin de "encontrar" el nombre de Craig, a pesar que de seguro ni se lo sabía.

Al ver que el azabache no se movía y tampoco reaccionaba decidió parar.

-Bien, bien, tu ganas.- Se paró y comenzó a irse - Pero por favor, no le digas a los profesores que me viste fumando. Ellos me asesinaran.

-¿Por qué debería hacerte caso?

-Porque de lo contrario vendré aquí todos los días y tendrás que aguantarme.

-Buen punto.

Y con eso dicho el rubio se retiró. Que tipo raro, esta fue la primera vez en la que habló con él. No fue para tanto, tal vez los rumores exageraron un poco, o tal vez, no lo conoce lo suficiente.
Se dice que Kenneth solía tener un grupo de amigos, pero de un día para otro todos se distanciaron. También escuchó que...

¿Qué mierda?

Al escuchar el crujido de algo aplastandose una vez que se sentó, decidió inspeccionar en lo que se había sentado, y encontró un paquete de cigarros. Y no cualquier paquete, sino que era de Kenneth. Parece que cuando lo asustó, este dejó caer el paquete.

Que dolor de huevos.

No lo malentiendan, le importaba un bledo si McCormick extraviaba sus preciados cigarrillos,pero el rubio podía pensar que él los robó. Podría iniciar una pelea, pelea a la cual Craig no estaría dispuesto a participar, el castigo que se llevaría seria aun peor que ser golpeado por Kenneth.

Pero ahora tendría que esconder los cigarrillos en su mochila hasta el día siguiente porque el toque de queda estaba a punto de empezar y no tiene ni la menor idea de donde podría estar Kenneth.

Sin saber qué hacer, decidió guardar los cigarros en el bolsillo interno de su abrigo y se dirigió a su habitación,

-Craig! Hoy viniste mas temprano.

-Oh si um, tenía sueño.

-Entonces será mejor que ya vayamos a dormir.

-Sisisi.

Esa noche Craig no durmió muy bien, se la pasó mirando el paquete de cigarrillos e ideando cómo iba a hacer para devolverlos.

La mañana no fue muy diferente a eso, de camino reflexionaba. Reflexión que no duró mucho porque fue interrumpida por el sonido de un látigo impactando sobre la piel.

Kenneth McCormick era atosigado con un látigo por uno de los profesores, era golpeado reiteradas veces en su brazo derecho. Desde lejos se notaba su sufrimiento cada vez que ese látigo cortaba su piel cubierta por la parka naranja.

Era normal que el rubio fuera castigado de esa forma, era como una rutina. No era parte de su rutina, ya que consideraba macabro quedarse viendo cómo castigaban a alguien por cualquier estupidez. Esta vez parecía que era por incumplir el toque de queda, y en ese momento solo pudo pensar.

Pobre diablo...

ᴊᴜꜱᴛ ᴜꜱ┃ᴄʀᴇɴɴʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora