XXII

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Tw: Violencia explicita.

Ya ha pasado un mes desde que Kenny y Cartman pelearon, su novio se recompuso y siguió adelante. Aunque este tiene pesadillas muy frecuentes que lo despiertan al borde del llanto, sabe que él será capaz de superarlo completamente conforme transcurra el tiempo.

Todo ha continuado de forma muy amena, siguen saltándose las clases para pasar el tiempo juntos. Ya agotaron todo lo que podían hacer en este lugar, pero siempre se las ingenian para divertirse con lo que sea, porque mientras este con Kenny, ningún día será aburrido.

Tolkien lo regañó por no haberle presentado a su pareja en el baile y desaparecer como si nada, pero pudo buscar una excusa lo suficientemente convincente para que se lo tragara.

Estaba almorzando con sus amigos, él se mantenía callado mientras que ellos conversaban sobre algo que realmente no le interesaba.

-¡Tengo buenas noticias chicos! Mañana será el primer partido de fútbol importante al que asistiré como parte del equipo, todos van a ir, sería genial que ustedes podrían venir a verme.

-Eso se escucha genial Clyde, cuenta con nuestra presencia.- Tolkien y Tweek le sonrieron, mientras que el mantuvo su expresión normal, no estaba muy interesado en ver a un grupo de chicos lanzarse una pelota para llegar al extremo de la cancha, pero debía ser un buen amigo con Clyde. Además, su novio estaría allí apoyando a Marsh.

-Si, estaré allí.

-AAA SII, SON LOS MEJORES CHICOS.- Donovan los abrazo, provocando que la comida de la mesa ensuciara su ropa.

-Mierda Clyde, ensuciaste mi remera blanca.

-Ay no seas tan sensible Craig, si de todas formas apenas terminemos de almorzar ya irás a que te la quiten.- Se sonrojo debido a la insinuación del castaño, Tweek dejó escapar una risa que fue rápidamente reprimida.

-¿Sigues yendo a la lavandería? Pensé que habías dejado esa rara obsesión por lavar ropa.- El rubio y el castaño no aguantaron y se reían a carcajadas de él, después se preguntan por qué pasa todo el tiempo con Kenny.

-No Tolkien, aún me gusta lavar mi ropa.

-Creo que jamás te entenderé Craig.- Tan ciertas aquellas palabras que salían de la boca de su amigo azabache, jamás lo entendería.

Al día siguiente se encontraba en el cuarto de su pareja, quien estaba hace 40 minutos eligiendo lo que se pondría para el partido, ya que buscaba la combinación exacta de los colores de la escuela. A veces se preguntaba si Kenneth verdaderamente era una chica y solo le estaba jugando una broma muy pesada.

-Kenny, por decimoquinta vez, no puedes ir como porrista al partido, ni siquiera eres una y cuando Garrison te vea vestido así no dudará en asesinarte.

-Destrozas mis sueños, sin embargo es verdad, supongo que tendré que esperar a mi otra vida para poder ser una porrista y salir con un guapo jugador de fútbol.

-¿Y qué hay de mi? Me vas a reemplazar por uno de esos tipos.

-Al menos ellos apoyarán mi sueño de ser porrista.

-Entonces yo buscaré un novio que no se tarde 20 horas en escoger ropa, para terminar usando la misma parka de toda la vida.- Su novio tomó su pecho fingiendo ser herido.

-Luego no te enojes cuando me veas rondando los pasillos con una minifalda y un hombre de 2 metros a mi lado.

-¿Sabes lo que te haría si te veo con una minifalda?- Acorraló al rubio contra la pared, mirándolo coquetamente.

-Mide tus acciones porque mi novio de 2 metros de altura estará mirándote.

-¿Enserio? Pues que pena porque te acabo de nalguear.- Tomó una de las nalgas de McCormick y la apretó, causando un respingo de sorpresa en el otro. No tardaron en conectar sus bocas para besarse, introduciendo su lengua en la cavidad bucal de su pareja. Kenneth intentó separarse pero él se lo evitaba.

ᴊᴜꜱᴛ ᴜꜱ┃ᴄʀᴇɴɴʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora