III

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Ya había pasado un día desde el pequeño accidente que tuvo con McCormick. A pesar de las múltiples acusaciones que recibió por parte de sus amigos, él negó haber fumado con Kenneth y que se tardó mucho porque el rubio insistía en hablarle. Obviamente no planeaba contarles la verdad a los paranoicos de sus amigos.

Por otro lado, no podía dirigirle la mirada a McCormick. Se avergonzaba por lo que había pasado, es decir, si un chico cualquiera con sus estúpidos amigos lo metieran en problemas con las autoridades definitivamente estaría furioso. No sabia como iba a reaccionar el de parka naranja, ¿Lo dejaría en el pasado?¿Tomaría venganza? Después de todo no fue su culpa sino de Token y compañía, ¿No?

Un poco antes de terminar la hora del almuerzo sintió como alguien lo tomaba del brazo y lo llevaba al aula vacía más cercana.

Apenas vio el color anaranjado por el rabillo del ojo supo que ese era su fin, el rubio iba a tomar venganza con él y probablemente lo asesinaría o algo por el estilo. Se dejó llevar aceptando su trágico destino, de todas formas no le importaba mucho.

-Tú, Craig Tucker. Eres un chico con suerte.- Una vez cerrada el aula el rubio se dio la vuelta y le dio una sonrisa arrogante.

-¿Eh?

-Asi es, tienes suerte que no te haya delatado con la señorita Victoria.

-Um...¿Gracias?- Definitivamente esta no era la reacción esperada.

-Debo decir que no entendí absolutamente nada de lo que pasó, fue todo muy rápido como para que pueda inventar una mentira convincente.

-Bueno, emm ¿Eso fue todo? Mi clase está por comenzar así que debería irme- Antes de que siquiera pueda avanzar, Kenneth me bloqueó el paso.

-Oh nononono, no te saldrás con la tuya. Ahora me vas a ayudar, me la debes, me la debes.

-Mira no sé lo que quieras de mí pero te aseguro que dinero no tengo.- Necesitaba irse de inmediato, no quería que los profesores lo vieran tan seguido con el más bajito. Podrían ganarse una impresión errónea de él.

-Gracias a ti y a tus amigos confiscaron mis cigarros, parece irónico que apenas los conseguí de vuelta ya los vuelva a perder.

-¿Y qué? No puedo conseguirte unos nuevos, no tengo ni idea como. Además es imposible recuperar las cosas confiscadas, de todas formas, solo son unos cigarros.

Lo empujó levemente y abrió la puerta, antes de irse movió su mirada hacia Kenneth. Este tenía una mirada angustiada, parecía que estaba por llorar. No podia creer que este sintiendo pena por este idiota.

-Porfavor, es importante para mi. Se como recuperarlos pero no puedo hacerlo solo, necesito ayuda de alguien más. Prometo que una vez los consigamos te dejaré en paz.

Después de meditarlo por un segundo llegó a una conclusión, el hecho de que sus cigarros están confiscados si fue su culpa. Por lo tanto debía hacerse cargo.

-Ugh, esta bien te ayudare a recuperarlos pero nada extremo, no quiero que me castiguen.

-Sisisisisi no nos castigaran, lo juro.- El rubio levantó su meñique y lo apuntó a Craig.

Le dedico una mirada confusa, no sabía lo que intentaba comunicarle el otro con su meñique.

-Uy si que estas tonto, es una pinky promise, una promesa de meñique ¿Nunca hiciste una? Vaya infancia.

-Sinceramente, no. Tampoco creo que tenga mucho sentido prometer algo con el dedo.

-¡Solo haz la maldita promesa!

ᴊᴜꜱᴛ ᴜꜱ┃ᴄʀᴇɴɴʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora