ᴊᴜꜱᴛ ᴜꜱ┃ᴄʀᴇɴɴʏ

XXIII

No sabía qué hora era pero lo más probable que no muy tarde para asistir a la última asamblea, besó la frente de su dormido novio y lo abrazó. Mañana iba a ser una locura, no iba a negar que tenía algo de miedo, cualquier falla podría costarles sus vidas. Sin embargo correría el riesgo, haría lo que sea para sacar a Kenneth de este horrible lugar y alejarlo de ese hombre.

Su vista se dirigió a la pintura, donde el estupendo cuerpo de su pareja estaba retratado con lujo de detalles. Amaba como el oscuro color de las mantas contrastaba con la blancura de la piel de McCormick, de pronto recordó las sábanas, las cuales lo condenaron a deberle un favor a Christophe, pero ese no era el problema, el problema era que ambos se habían venido sobre estas. Ni siquiera se preocupó por el pobre Kenny, quien descansaba amenamente sobre la cama, quitó todas las mantas despertandolo en el proceso.

-¿Qué carajo Craig?- El rubio fue ignorado, causando un ceño fruncido en él.- Por si no te habías dado cuenta, estaba durmiendo plácidamente.

Revisó las mantas, para encontrarse con una gigante mancha oscura en el medio de estas. No sabía con qué cara iba a mirar al francés ahora, tendría que quemar esas sábanas y decir que mágicamente desaparecieron.

-Craig deja tu fetiche raro de mirar nuestro semen y vamos a la reunión que estamos llegando tarde.- Decidió no contarle lo que habían hecho por ahora, luego tendrán tiempo.

Se cambiaron y emprendieron camino hasta el edificio abandonado. Al llegar, todos ya se encontraban repasando el plan por última vez, no fueron regañados ya que Kyle pareció no notar su llegada tardía. Una vez terminaron, todos comenzaron a festejar como si se tratara de una noche normal en aquel sótano, únicamente que sin alcohol para que nadie se levante con resaca el día de mañana.

Un pequeño niño gótico se les acercó a ambos, se sorprendió al verlo ya que no se suponía que debía estar allí.

-Ey, niño rata, hable con tu hermana y la del nerd.- McCormick se vio molesto ante el apodo, sin embargo a él no le importo, llamó más su atención el hecho de que haya mencionado a su hermana.

-¿Qué dijeron ellas?¿Cómo están?

-Están bien, todos los de preescolar están enterados sobre el escape. Se pusieron a chillar como locas cuando supieron que fue su idea la de escapar.- Una sonrisa se escapó de sus labios, sintió un gran alivio saber que sus hermanas apoyaban la idea de huir, tenía ese pequeño miedo que alguna de las dos se negara.

La fiesta continuó, todos estaban muy emocionados y con gran razón, tras prácticamente nacer en este lugar, iban a salir y descubrir lo que es el mundo real. Kenny había desaparecido para hablar algo con Broflovski, él simplemente se quedó en una esquina a observar a los demás. Su mirada se posó en una pareja, la chica se reía de las idioteces que el otro chico le estaba diciendo al oído. Se imaginó en esa situación con Kenneth, en un lugar donde los ojos juzgadores a los que están acostumbrados ya no existan, y pueda besar su rostro sin importar los otros, caminar tomados de las manos, que Kenny le cocine a él y a sus hermanas los más deliciosos platillos. Donde puedan envejecer juntos y felices.

Su ensoñación se vio interrumpida por un anuncio de Stan y Kyle, la noche ya estaba por terminar y necesitaban dar el último aviso.

-Chicos ante cualquier problema que surja, no duden en hablar con las personas que posean los walkie talkies así nos podemos ir comunicando entre nosotros. Donovan se encargará del edificio A, Stevens del edificio B, Marsh estará con el grupo que asaltará los camiones, mientras que Kenny, Craig y yo estaremos juntos en la primera etapa del plan.

-Y recuerden que una vez que estemos fuera, no podemos hablar con ningún policía, el consejo ya la tiene comprada, solo estarán revelando nuestra ubicación.- Todos asintieron ante la acotación de Marsh, Kenny le había comentado esto con anterioridad, siendo su padre y compañía lo suficientemente millonarios como para tener a la ley de su lado.