XV

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Admitir sus sentimientos por Kenny fue lo mejor que pudo haber hecho, aunque fue incómodo en un principio, una vez se acostumbró a este sentir ya no pudo volver a la normalidad. Cada vez que está con su rubio,osea siempre, está en el cielo.

Perdió la cuenta de la cantidad de veces que dejó de escuchar a su alrededor solo para observar a Kenneth, quien apenas lo ve, le sonríe con un brillo inigualable. Si alguien le preguntara que están viendo en historia, él respondería 42 ya que es el número de las pecas que logró contar en esa clase.

Escucharlo leer es un privilegio que todos deberían apreciar, a pesar de que se trabe, se coma las comas y no pronuncie los acentos, para él era perfecto.

Y si en público era un bobo enamorado, en privado lo era peor. No le alcanzan las formas de expresar su cariño hacia él, intenta no ser raro, pero no puede evitarlo. Recientemente Kenny logró conectar la tele con un canal de Disney, el de pecas está encantado con ese programa, mientras que él aprovecha a verlo mientras el otro mira la televisión.

Comenzó a prestarle ropa a Kenneth, tampoco es que el rubio se negara, verlo pasearse por los pasillos de las habitaciones con sus remeras lo llena de ternura. Kenny tampoco se quedó atrás, le ha estado prestando su parka bastante seguido también según él es porque "Hace mucho frío" siendo que entre los dos el más bajito es más friolento.

Bailar con él es algo que ama, pasaron de baladas melosas a canciones de puro metal. McCormick proclamó "I was made for loving you" como "su canción" ya que es la que más suelen escuchar juntos.

Pero sin duda, de todos los momentos que tienen juntos, su favorito es mirar las estrellas. Ya que estas pueden brillar mucho, pero no se compara al resplandor que Kenny posee. Ha estado leyendo el libro que su amigo le regaló, y ahora está bastante informado sobre el espacio y los astros. Algo dentro de él se remueve cada vez que el rubio lo contempla al mostrarle las constelaciones. Le ha enseñado muchas cosas, a veces cree que Kenny no entiende de lo que le habla pero aprecia su entusiasmo.

Ama dormir junto a él, aspirar su aroma, abrazarlo y admirar su rostro. De tantas veces que lo ha hecho puede incluso retratarlo en su memoria con lujo de detalles.

Ya era de mañana, se habían quedado dormidos viendo una película. El se encontraba tumbado en la cama, mientras Kenny intentaba domar su rebelde cabello.

-Déjame ayudarte con eso.- Tomó un pequeño peine que había en la mesita de luz y comenzó a desenredar las hebras doradas mientras tarareaba una de las baladas.

-¡No Craig! Si me lo desenredas va quedar muy lacio, lo que me hará ver ridículo.- McCormick intentó arrebatarle el peine, pero le dio un golpecito para que dejara de molestar.

-Confía en mí, no te vas a ver ridículo, tampoco creo que eso sea posible.- Agarró una porción del corto cabello y la amarró en una diminuta cola de caballo dejando algunos cabellos por delante.-Tadaa, mírate en el espejo.- Kenny corrió al espejo más cercano que tenía.

-Guaaaauuu, me veo increíble.¿Nunca pensaste en ser estilista? Realmente hiciste resaltar mis facciones.

-Bueno eso es muy fácil cuando mi modelo es muy bonito.- Mierda, ya estaba siendo demasiado obvio, por suerte su amigo es un idiota que no se percata de nada.

-Craig Tucker,¿Acaso coqueteaste conmigo?- Su rostro se enrojeció totalmente y su corazón latía a mil por hora, había subestimado a Kenny y ahora no sabía cómo enfrentarlo.

-B-Bueno y-yo, n-no creo que haya est-

-¡Craig se me acaba de ocurrir una asombrosa idea!- El más bajito lo interrumpió abruptamente.-¿Tu no tenias que entregar un retrato para tus clases de dibujo?

ᴊᴜꜱᴛ ᴜꜱ┃ᴄʀᴇɴɴʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora