"Bingo", fue lo que pensó con sarcasmo, la pista cayendo frente a el. Era el mismo sobre que le había entregado la noche anterior, al parecer su forma de ocultarlo era en un lugar donde solo él se atrevería a revisar, no era difícil de predecir a fin de cuentas. Pero si lo ocultaba es porque lo quería lejos de su alcance, así que, ¿por qué cambiar de opinión ahora y dirigirlo justo ahí?
Se colocó sus guantes y se inclinó para levantarlo, acercando el papel a su rostro e inhalando, al parecer estuvo en el cuarto con ellos toda la noche, el aroma que absorbió era similar al de los textos que estaban en las repisas de la sala, pero mucho más tenue.
Se acercó al escritorio y volvió a sentarse, observando el sobre otra vez por un par de segundos antes de dejarlo sobre la mesa. Era una oportunidad. Le estaba dando una chance de "mantener el misterio", una chance de seguir jugando con su cabeza... Pero no había punto en hacer eso si Sherlock sabía exactamente cómo lo hizo, esto era más directo que todas las veces que se limitó a entretenerlo para tenerlo a su merced. Sherlock ya estaba donde lo quería. No tenía porqué seguir esto.
Se levantó con el sobre en mano, y tras acomodar la silla volteó, dispuesto a llevarlo dónde lo había encontrado, encontrándose con él detective en la puerta, observándolo y analizando sus movimientos, al parecer intrigado por su decisión.
Así que era eso. Su forma de tener control era ver el detrás de escenas. Si eso le satisfacía, entonces iba a darle exactamente lo que pedía. Sin cuestionar su presencia, simplemente avanzó y extendió su mano, entregándole nuevamente el sobre blanco.
— Esto te pertenece, — dijo mientras veía al otro a los ojos. Había algo en esa mirada que no terminaba de descifrar, sabía que no estaba contento con la decisión que tomó, y aunque no esperaba que lo estuviera, tampoco imaginaba que se viera tan decepcionado de él. Sherlock tomó el sobre, y rodeó a William para ir a dejarlo sobre la mesa, y luego de suspirar volteó para encararlo.
— Las camisas estaban en la otra puerta, Liam.
Lo sabía.
Sabía que ninguno de ellos era tan iluso como aparentaban ser.— No necesitaba una, Holmes.
Hubo una pausa. La escena era como un déjà vu, y creía que finalmente era aquí dónde debía marcharse.
— Voy a acompañarte a la puerta, — finalmente interrumpió Sherlock, como si escuchara sus pensamientos, y aunque esa expresión no se iba de su rostro, fueron escaleras abajo, el desacuerdo que les quedaba por resolver ahora más notorio que nunca.
Estando finalmente afuera, William se colocó el sombrero, Sherlock siguiéndole hasta la acera.
— Gracias por dejarme quedarme, Holmes.
— Si, si, — respondió Sherlock agobiado, — deberías apresurarte, puede que llueva.
William levantó una ceja ante ese comentario, no pudo disimular su expresión divertida y era evidente por el "¿qué?" algo alto que soltó el otro. Solo elevó la vista y miró hacía el cielo, y luego de una corta examinación respondió, — no, solo no lloverá pronto, eso es todo.
Sherlock le dio esa mirada que siempre le daba cuando caía en que había información que no estaba tomando en cuenta, esa mirada de "¿otra vez estoy atrás?" — ¿Cómo puedes saberlo?
No lo sabía. Solo tenía la esperanza puesta específicamente en los hechos de esta semana, y su vida literalmente dependía de que no cayera ni una gota sobre la ciudad hasta que fuera adecuado.
— Es evidente, — comentó, y le brindó una última sonrisa. — Pero cuando nos veamos podemos comprobarlo, ¿qué te parece?
Al fin había una propuesta viniendo de parte de William, así que fue suficiente para emocionar un poco al detective, éste encuentro fue solo el ojo del huracán.
— Está bien, estarás empapado para entonces, — bromeó por última vez Sherlock, haciendo eso que hacía él, lo de seguir hablando para ganar tiempo de William.
Pero ya había ganado suficiente esta noche. Así que él rubio inclinó su cabeza por última vez y finalmente se marchó, la sonrisa de ambos desvaneciéndose en cuanto estuvieron fuera de la vista del otro.
... Sería mejor que Sherlock entrara, una tormenta se avecinaba después de todo.
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A letter.
FanfictionEl villano de la historia es convencido por el detective de pasar una última noche con él, pensando que sería la última. Slowburn. Capitulos cortos basados en una situación canonica.