1.Mi familia

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Cuando era pequeña pensaba en ello como un juego, a medida que iba creciendo fue parte de mi rutina, no conocía nada más, pero cuando empecé a ser consciente de lo que ocurría, de las diferencias entre otras chicas y yo, ya era mi vida. Entrenamiento, tanto físico como mental, defensa personal, armas, programación, hacker, vigilancia, psicología, manipulación, etc. Mucha gente con una crianza normal al saber esto preguntaría, ¿Por qué? ¿Y tus padres? La respuesta a esas dos preguntas estaban relacionadas, mis padres tienen un trabajo algo... peculiar... Podríamos llamarlo agencia, nos encargaremos de lo que nos pidan si pagan el precio apropiado, aunque nunca aceptábamos trabajos para los "malos".

¿Para quién trabajan? Para gobiernos, u otras agencias, personas ricas, etc. Éramos espías, mercenarios, guardianes si era necesario. Mis abuelos también lo eran, ellos empezaron la "agencia", antes fueron agentes de una organización gubernamental, de la que jamás revelaron el nombre, alto secreto, ahora tan solo se dedicaban a inteligencia, recopilar información, aceptar o rechazar trabajos, introducirse en el sistema de alguien o de alguna empresa, nada físico, ya que a pesar de que ambos conservaban una figura envidiable para su edad, se habían aburrido de ello. Mi abuelo era un hombre de poco más de 70 muy alto, y con el cabello, antes rubio blanco, llevaba barba y aún conservaba su aire de chico malo, en cambio, mi abuela tenía una buena figura a sus 70, tenía el cabello teñido de castaño, aunque era originalmente pelirroja, no era muy alta y con un aire elegante que la rodeaba en cualquier cosa que hiciera.

No eran lo que comúnmente sería una familia, fui criada como un soldado, con esto no quería decir que no quisiera a mi familia, pero no somos muy... cariñosos. No era tan solo una agencia familiar, con el tiempo mucha gente se unió a mis abuelos, algunos que se sentían en deuda, antiguos soldados, exmilitares, exespias, antiguos compañeros o gente que de algún modo supo de nuestra existencia y terminó trabajando en esto, algunos de los hijos de estas personas también se unieron, muchos otros se unieron a mis padres, igual que a mi hermano... Bueno, eso no lo había mencionado, tengo un hermano 6 años mayor que yo, fue criado exactamente de la misma manera, pero él, ya era un agente activo, mientras yo, estaba a una semana de mi primera misión. También había otra diferencia, creo que nuestra relación era la más normal en mi familia, al menos por lo que había estudiado y visto de relaciones.

-¿Nerviosa, enana?- dijo una voz detrás de mí. Dejé de saltar en la cuerda y tomé aire con algo de dificultad, ya estaba sudando y los cabellos que escapaban de mi trenza se me pegaban a la piel.

-No me llames así- gruñí fingiendo enfadarme.

-Solo digo una realidad.- sonrió, sus ojos castaños brillaron con maldad-. Con lo enana que eres nadie te tomara en serio, ¿de verdad te podrás infiltrar en algún lugar?- se agachó un poco para estar a mi altura.

-Cállate.

-Ethan, Kaida- nos llamó una voz. Ambos rápidamente pusimos nuestras manos unidas detrás de nosotros y levantamos la barbilla con expresión seria.

-Madre- saludó Ethan, su tono era muy distinto al que usaba segundos antes.

-Déjame con Kaida- ordenó sin mirarlo, con su habitual tono frío e indiferente, él asintió y se alejó rápidamente.

-Madre- saludé.

-Pronto será la última prueba, tus abuelos ya han elegido tu destino. No puedes fallar.- dijo con calma.

-No lo haré madre.- respondí nerviosa. Su constante presión no me estaba ayudando a mantener la calma. Aunque mi mirada estaba clavada al frente, pude verla fruncir el ceño.

-No hables hasta que se te diga.- cerré los labios con fuerza al percatarme de mi error-. Eres la candidata perfecta para este trabajo, joven, guapa e inteligente... pero yo también he sido joven, -se acerco y su tono fue aún más contundente- y tengo que advertirte, sigue siempre tu cabeza, jamás al corazón, él te traicionará mientras ella, gracias a tu preparación, jamás lo hará-. Hizo una pausa- Responde - ordenó.

Latidos en ConflictoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora