Hacía ya algunas horas que Lyam se había marchado cuando decidí pasarme por la cafetería, estaba cerrando la puerta del edificio cuando recibí un mensaje, era de Lyam, "espero que hayas puesto la alarma". Me detuve y miré a mi alrededor alarmada, o tenía demasiado tiempo libre o tenía a alguno de los suyos vigilándome, solo hacía 6 días que lo conocía, era normal o eso suponía, rápidamente escribí una respuesta: "eso es siniestro", Estaba a punto de entrar a la cafetería cuando recibí otro, "solo te lo recordaba" fruncí el ceño.
—Loco— murmuré entrando en el local.
—¿Quién? — levanté la mirada y me encontré con Caxton.
—Oh, Hola— saludé sorprendida— nadie.
—Bueno, Hola— me sonrío— ¿Puedo acompañarte? — asentí, juntos caminamos hasta "mi" mesa, un camarero se acercó, no era Erick, pedimos algo de tomar y miré a Caxton.
—¿Qué haces aquí? — pregunté, quizá él era quien me vigilaba.
—Esperaba encontrarte— contestó con timidez.
—¿Y eso? ¿Pasa algo?
—No, solo quería verte.
—Ah, vale.
—¿Cómo ha ido tu primer trabajo? — preguntó con interés.
—Bien, terminé ayer— respondí, él levantó las cejas, sorprendido.
—Qué rápida, o eso creo, mi conocimiento del tema básico, aunque me comentaron que tardarías 10 días o así.
—Pensé que trabajabas para Lyam, tenías esa cuenta...— murmuré, él negó.
—Somos amigos de la infancia, nos encargamos de diferentes, digamos... departamentos, y la cuenta era prestada, perdona, tenía que mentirte— sonrió, recordaba haberla detectado en aquel momento.
—Ah, vale.
Caxton se quedó conmigo toda la tarde, no dejaba de preguntarme cosas, pero no parecía querer interrogarme, más bien mostraba un genuino interés, aproveche para preguntarle cosas, pero no logré saber nada interesante, anécdotas de infancia y poco más, aun así no deje de preguntar tonterías y dedicarle sonrisas. Ya era casi la hora de cenar cuando nos despedimos, él aprovechó ese momento para colocar una mano en mi cintura y darme un suave beso en la mejilla, logré ver una leve coloración en sus mejillas.
...
Caminaba por el bosque junto a mi casa, no tenía mucho que hacer, así que iría hasta el lago. Mientras paseaba miraba los altos y finos árboles que había en él, cuando llegue al lugar me subí a la gran piedra que había junto a el, el agua estaba muy limpia, miré mi reflejo sobre esta, entonces vi aparecer una figura detrás de mí, me di la vuelta.
—¿Lyam?
—Estás preciosa— me puse de pie alerta, ¿Qué hacía él en nuestros terrenos?
—¿Qué haces aquí?— me miro en silencio, alzo una mano hacia mí, me quede quieta, paralizada, agarro uno de mis mechones, pero lo que vi entre sus dedos no fue el liso mechón negro que solía tomar, sino un largo mechón rubio con suaves ondas, miro el mechón y después clavo sus dorados ojos en mí, su expresión calmada se transformó en rabia, soltó mi cabello y me empujó, pude sentir la fría agua del lago contra mi cuerpo antes de despertarme, aunque no tardé en dormir de nuevo, deseando no soñar nada más.
...
El sonido de la alarma me despertó, salté de la cama y abrí la puerta de mi cuarto, cuando vi la entrada, allí estaba Lyam, miraba el teclado, me acerqué, lo aparté y tecleé el número, el horrible sonido se detuvo.
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Latidos en Conflicto
Teen FictionKaida nació en una familia diferente a lo usual, creció como un soldado, casi no conoce el mundo, hasta ahora... Una misión, un claro objetivo, ¿Será capaz de cumplirlo sin dejarse deslumbrar por el mundo y sus nuevas experiencias? Lyam es un alma l...