Latidos en Conflicto

4. Lyam

Entre en la cafetería como de costumbre, cargando el bolso en el que llevaba mi portátil, cuando me senté en mi lugar de siempre Erik, el camarero no tardó en acercarse.

-Buenas tardes, tu amiga no te acompaña hoy - miro alrededor.

-No, hoy vengo sola, ¿Decepcionado? - le dije con una sonrisa burlona.

-Para nada, siempre es agradable ver a una chica guapa, ¿Café con leche?

-Efectivamente.

-¿No quieres comer algo?

-Utilizaré mi ordenador, no lo quiero manchar, es como mi hijo. -dije encendiéndolo.

-Eres una friki- ambos nos reímos - ahora mismo te traigo tu café con leche, friki - dijo la última palabra alejándose, por lo que alzó la voz más de lo normal atrayendo algunas miradas, quizá eso me ayudara, pensé. Si no conseguía nada en los siguientes días tendría que cambiar de lugar, empezar de nuevo en otra cafetería.

...

Estaba tomando el último sorbo de café y me preparaba para marcharme, cuando un chico se sentó junto a mí, rápidamente cambie la pantalla, paso de una llena de símbolos, números y letras a una página de Wikipedia.

-Hola- saludó el chico, debía tener unos 20 y pocos.

-¿Hola? - lo miré fingiendo confusión, rezando porque fuera el reclutador, no estaba aquí para ligar con nadie.

-Perdona qué me acerqué así, te he visto por aquí varias veces y me has llamado la atención, me llamo Caxton- me tendió una mano, la mire un par de segundo y la estreche.

-Nayra, encantada...

-No voy a hacerte nada malo- empezó a reír, revolvió sus rizos y se recostó en la silla- solo quería avisarte.

-¿Avisarme?

-Todo lo que haces se ve gracias a eso- señaló detrás de mí, mire "confusa" y después mire mi ordenador.

-Ni siquiera se puede distinguir...

-Bueno...- se inclinó hacia mí y susurro- si sabes sobre programación y alguna cosa más puedes identificar una pantalla borrosa, ademas hay logos inconfundibles -se refería a los foros, lo mire con fingida tensión.

-Me gusta la programación...- miré mi ordenador

-A mí también, trabajo en eso.- detecté una mentira en esa frase.

-¿De verdad? - fruncí el ceño.

-Sí -me dedicó una sonrisa misteriosa- no te molesto más - se puso de pie y se marchó.

Mire mi ordenador y lo moví para que no se viera la pantalla en el reflejo, estaba casi segura de que era reclutador, ya había llamado su atención, empecé a teclear y eché un par de vistazos al chico con aire nervioso, se había sentado algo lejos, pero con una perfecta visión de mi mesa. Solo me quedé unos cinco minutos, fingiendo estar nerviosa. cuando salía, al pasar por su lado, me sonrío.

...

Hacía ya tres días que el que sospechaba que era el reclutador había entrado en contacto, me lo encontré los dos días que fui a la cafetería, me saludó como si fuéramos amigos. Llevaba ya una hora en el lugar cuando decidí poner un cebo, cambié la pantalla del ordenador, medio lo cerré y me acerqué a la barra casi con prisa, cogí un sobre de azúcar y justo como quería Erik me vio.

-¿Necesitas algo? - preguntó, le enseñé el sobre, él asintió.

-¿Qué tal con Liv? - pregunté tratando de perder el tiempo, su rostro se iluminó al oírme hablar de ella.