El sonido de la alarma me despertó mire a mi alrededor, estaba oscuro, ya que había cerrado las persianas y cortinas, encendí la luz y miré el techo algunos minutos, preparándome mentalmente para una cena a la que en realidad no quería ir, Caxton parecía un buen chico, pero había cosas en el que no me gustaban, su postura respecto a Erick había sido totalmente distinta a la de Lyam, parecía no importarle en absoluto su actitud violenta hacia las mujeres, tampoco pareció preocupado por llevar a la chica que le interesaba a un lugar peligroso. Medite sobre mis sentimientos tan dispares hacia Caxton y Lyam, a pesar de que este último solía sacarme de quicio tenía la sensación de conocerlo mejor, sus intenciones me parecían más claras y puras que las de Caxton. Me levanté y me vestí, escogí ropa muy normal, no quería darle esperanzas, debía mantener la puerta abierta pero no entrar. Eran las ocho en punto, cuando el timbre sonó, salí rápidamente, en la puerta del edificio me encontré a Caxton apoyado en su coche, cuando me vio, sonrió, le correspondí y me acerqué.
—Hola— saludé.
—Nay, estás preciosa— dijo acercándose a mí, me dio un beso en la mejilla con una sonrisa en los labios
—Gracias— respondí, él me abrió la puerta del coche y la sostuvo para mí.
El camino fue silencioso, lo miré de reojo un par de veces, parecía contento, tarareaba y golpeaba el volante con el índice al ritmo de la suave música que sonaba por la radio. No tardamos en llegar, cuando el coche se detuvo un hombre me abrió la puerta, me sobresalté hasta que vi que vestía un uniforme, era un aparcacoches, salí y Caxton hizo lo mismo, le entregó las llaves y me condujo hacia la entrada de un restaurante que parecía de lujo, me mire a mí misma sin poder evitarlo comparándome con las chicas que hacían cola, mientras ellas vestían finos vestidos y tacones de infarto, yo llevaba unos shorts cortos con unos tacones de cuña y una camisa blanca de mangas anchas con un escote de cuerdas cruzadas, algo veraniego casual pero bonito, aunque no era para nada adecuado para un lugar así. Caxton me llevo directamente a la puerta, saludo al que allí vigilaba y entramos.
—Hola Caxton – saludo el maitre.
—Hola, ¿Está lista la mesa?
—Sí, os están esperando— dijo el hombre con amabilidad, en cuanto esas palabras salieron de su boca, la sonrisa de Caxton desapareció, frunció el ceño.
—¿Cómo?
—El señor Lyam— respondió el hombre, en cuanto oí el nombre sentí mi corazón pesado, tenía la sensación de estar metiéndome en arenas movedizas, mire a Caxton que pareció momentáneamente en shock, después empezó a caminar con decisión, lo seguí a través del restaurante con paso inseguro, llegó a una zona con cortinas y tiro de una de ellas de forma algo violenta, tras esta había una mesa elegante preparada para tres, uno de los lugares estaba ocupado, Lyam con su habitual chaqueta de cuero tomaba de una copa con tranquilidad, no parecía haber reaccionado en absoluto a la repentina desaparición de la cortina, me miro y sonrió, en ese momento Caxton se giró y la tensión en su rostro desapareció en un segundo, sustituida por una dulce sonrisa, todas mis alarmas sonaron lanzando un fuerte escalofrío por mi columna.
—¿Nos das un segundo? — preguntó con voz dulce, asentí y retrocedí unos pasos, Caxton cerró la cortina tras él, no escuchaba nada, ya que el ruido de charlas, platos y música ambiente me lo impedía. Pasaron unos minutos hasta que se abrió de nuevo— siéntate, perdona— dijo con tranquilidad, negué quitándole importancia, me aparto la silla, al tomar asiento me di cuenta de que inevitablemente tenía a Lyam a mi lado en la mesa cuadrada, Caxton se vio obligado a sentarse en frente, ya que solo había tres sillas.
—Hola muñeca— saludo Lyam como si no notará el ambiente tenso.
—Hola— saludé mirándolo, parecía divertirse enormemente con la situación.
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Latidos en Conflicto
Teen FictionKaida nació en una familia diferente a lo usual, creció como un soldado, casi no conoce el mundo, hasta ahora... Una misión, un claro objetivo, ¿Será capaz de cumplirlo sin dejarse deslumbrar por el mundo y sus nuevas experiencias? Lyam es un alma l...