Sicheng chillaba y suspiraba cada vez que veía a Yuta pasar. Sus amigos estaban cansados de escucharlo hablar cada vez que descubría algo nuevo de él, una y otra vez le repetían que Yuta era inalcanzable, pero a Sicheng no le importaba en absoluto.
Cuando Sicheng vió a Yuta por primera vez fue en la escuela y lo único que pudo decir fue "Wow" pues su pelo era muy bonito, estaba teñido de un llamativo rojo. No pudo ver bien su cara pues su pelo tapaba sus ojos y llevaba una mascarilla. Lucía como un sueño. Ese mismo día le contó a su hermano Kun sobre ese chico que había visto, Kun le dijo que iban al mismo año pero no al mismo salón, sabía que se llamaba Yuta y no mucho más.
...
Un día a Sicheng se le había ocurrido hablarle a Yuta pero cuando se acercó a él lo único que salió de su boca fue-Me gusta tu pelo, es bonito.
-Gracias-Recibió como respuesta. Emocionado, Sicheng le fue a contar a sus amigos que su voz era muy hermosa y que quería volver a escucharlo hablar.
Luego de eso, Winwin, empezó a ver a Yuta literalmente todos los días, se lo encontraba en cada pasillo, en la entrada de la escuela y en los recreos, pero nunca se acercaba a él porque tenía mucha vergüenza de hablarle y decir algo estúpido. Estaba empezando a pensar que Yuta era realmente inalcanzable.
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Sicheng estaba cansado de estar tan obsesionado con alguien que literalmente no sabía de su existencia. Tal vez el proximo año no lo volvería a ver y eso lo atormentaba.
Pero al parecer el universo estaba de su lado, porque un día mientras leía un libro en el recreo, Yuta (quien ahora tenía el pelo negro) se acercó a él-Realmente amo ese libro-Sicheng se sonrojó y levantó la cabeza de su libro, sorprendido.
-S-si, es realmente bueno, no es la primera vez que lo leo pero quería volver a leerlo-Winwin bajó la mirada mientras hablaba y sonreía levemente. Yuta rió por la ternura que le causaba el otro.
-No estes nervioso, yo no muerdo-Sicheng se sonrojó nuevamente y Yuta sonrió-Bueno, niño, dime tu nombre.
-Dong Sicheng-Sicheng sonrió-¿Cual es el tuyo?
-Nakamoto Yuta-Él rio y dijo-¿Aún te sigue gustando mi pelo aunque me lo haya teñido?
Sicheng se tapó la cara con su manos con ganas de salir corriendo de allí, no podía creer que se acordara de eso-Agradecería con toda mi alma que te olvides de eso-Murmuró Sicheng avergonzado.
-Me pareciste muy tierno-Yuta sonrió-No todos los días te encuentras a un tierno chico halagando tu pelo.
-No soy tierno-Bufó Sicheng fingiendo estar molesto. La risa de Yuta endulzó sus oidos-Yah ¿De qué te ries?
-Nada, es que eres bonito-Murmuró Yuta haciendo que el menor se ria nervioso-Por cierto ¿Cuantos años tienes?
-16 ¿Y tú?-Preguntó Sicheng.
-Nos llevamos 2 años, tengo 18-Yuta sonrió.
-¡Yuta!-Se escuchó que alguien lo llamaba, Sicheng subió la mirada y vio a un chico parado un par de metros adelante-¡Tenemos que volver a clase!
-¡Ya voy, Taeyong!-Respondió Yuta-Bueno Sicheng, me tengo que ir, toma mi número por si quieres escribirme.
Yuta sacó de su bolsillo un papel que parecía contener su número de celular y luego se fue corriendo y agitando su mano como saludo. Sicheng se quedó sin palabras no podía creer que Yuta le había hablado y encima también le había dado su número para que le hable, era como un sueño cumplido.
Luego Winwin le contó a sus amigos quienes quedaron estupefactos, no lo podían creer.
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Los meses pasaban. Sicheng y Yuta hablaban cada vez más. En poco tiempo se hicieron buenos amigos. Aunque el menor también se iba enamorando de cada cosa que Yuta decía o hacía.
Por eso cuando Yuta le contó a Sicheng sobre su reciente relación con Taeyong se largó llorar con todas sus fuerzas, haciendo preocupar a Yuta-¿Por qué lloras?-Preguntó él al escuchar los lastimeros sollozos de su amigo.
-Y-yo...-Balbuceó Sicheng indeciso, sin saber si confesarle la verdad o no.
-Dime, Winko, no tengas miedo-Yuta acarició los cabellos del menor.
-T-tú... Tú siempre eres t-tan dulce conmigo y me t-tratas tan b-bien-Sicheng sollozó nuevamente y intentó retomar su frase-Y-yo no pude e-evitar enamorarme de ti, pero ahora me dices e-esto y yo no se q-que decir.
Yuta acercó a Sicheng y lo abrazó, intentado darle apoyo de algún tipo-Sichengie... Yo no quería lastimarte-Murmuró Yuta.
-N-no quiero que pienses q-que no estoy feliz por ti, realmente estoy f-feliz de que hayas encontrado a a-alguien que te ama y n-no quiero arruinar tu felicidad p-por mis estúpidos sentimientos.
Luego Yuta hizo silencio y dejó que Sicheng llorara todo lo que quisiera. Cuando Winwin se calmó Yuta le dijo que no se preocupara por nada y que él no se iría de su lado. Sicheng agradeció internamente tener un amigo tan bueno como lo era Yuta.
...
Sicheng no podía creer que Yuta siguiera siendo su amigo luego de haberle confesado aquello, por eso un día mientras estaban en la habitación del mayor, Sicheng preguntó-Yuta ¿Por qué no te alejaste de mi? Porque si fueras cualquier otra persona estoy seguro de que dejarías de hablarme al saber mis sentimientos hacía ti-Yuta rio.
-Sicheng, siendo sincero, eres el mejor amigo que alguien pudiera desear, me escuchas atentamente aunque ya te haya contado eso o te aburra, eres sincero, cuando me siento mal tú me consuelas, cuando estoy emocionado por algo te emocionas conmigo y siempre estas feliz cuando yo lo estoy ¿Como voy a desperdiciar tu amistad de esa forma? Eres el mejor amigo que pueda pedir-Sicheng abrazó a Yuta con emoción y estrujó sus mejillas, no podía creer que pensara así de él.
-Esto... Es lo más bonito que alguien me ha dicho nunca-Dijo el menor sonriendo.
Se quedaron unos minutos en silencio hasta que Yuta habló-Oye-Dijo él.
-Hmm-Respondió Sicheng.
-Esto no tiene nada que ver pero antes de que seamos amigos yo siempre me daba cuenta de lo emocionado que te ponías cada vez que pasaba cerca de ti-Sicheng se sonrojó a más no poder.
-¡Oh no! ¡Por favor olvídate de eso y no lo vuelvas a mencionar!-Gritó él.
-De hecho te veía espiarme de vez en cuando-Yuta rió-Taeyong decía que no sabía si yo debería tener miedo o ternura de ti.
Sicheng le tiró una almohada para que se callé-¡YA BASTA!-Gritó avergonzado.
Yuta rió y dijo-Incluso escuché como le decías a tus amigos que yo parecía inalcanzable.
-Así parece que tú eres el que me espiaba-Sicheng se cruzó de brazos fingiendo molestía.
Y así se pasaron toda la tarde entre risas y Sicheng avergonzado de las cosas que había hecho y dicho. Al final Yuta no era tan inalcanzable como Sicheng pensaba que era.