Sicheng se levantó sigilosamente, con la intención de no despertar a su novio. No podía dormir y realmente le urgía fumar, pero claro, no podía dejar que Yuta se entere. Sabía que sus planes no iban a ser llevados a cabo cuando sintió que lo tomaban por la muñeca.
-Yuta...-Murmuró el menor.
-No vayas a fumar, por favor-Rogó Yuta.
-No iba a hacerlo-Mintió Sicheng.
-No mientas-Murmuró el mayor-Aunque digas que lo dejaste se que no es así, cuando nos besamos puedo sentir el sabor del cigarrillo y puedo oler el olor que queda en tu remera de pijama.
Sicheng bajó la cabeza, no podía mirar la cara tan decepcionada de su novio-Lo siento...-Murmuró.
-Sicheng tú sabes que eso te hace mal, te puedes enfermar gravemente y yo tengo mucho miedo, no quiero que nada te pase-Habló Yuta a quien se le quebró un poco la voz-No quiero que sufras, no quiero que te enfermes, no quiero que mueras.
Sicheng se mordió el labio inferior sintiendose culpable, él sabía lo mal que le hacía el cigarrillo-Lo se Yuta, pero no puedo dejarlo, es muy difícil-Respondió el chino.
-Pero no es imposible, por favor, prometeme que dejarás de fumar-Pidió el japonés.
-Yuta...-Murmuró el menor-No puedo...
-Lo haremos juntos, Sichengie, por favor-Rogó Yuta ya soltando una que otra lágrima-Te apoyare, podemos hacerlo.
Sicheng se lo pensó, era realmente un gran desafío, temía no poder hacerlo y decepcionar a Yuta. Pero junto a Yuta todo sería más fácil.
-Esta bien, te lo prometo-Dijo Sicheng-Pero no te enojes si no lo logro.
-Yo se que lo vas a lograr, eres fuerte, cariño-Respondió con amor-Te amo, no te olvides de eso.
-También te amo.
-Ahora ven a dormir-Yuta tiró de su brazo, haciendo que caiga a su lado.
Sicheng sonrió, lo abrazó y se acomodó en su pecho. Yuta empezó a hacer caricias en los cabellos de su novio quien a los minutos cayó dormido rapidamente, cosa que no pasaba hace tiempo.