Todo Empezó Aquí

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En la capital de Corea del Sur, Seúl.
Las familias más poderosas siempre se reunían en una fecha exacta para ver quién o quiénes serán las nuevas empresas asociadas a la venta de acciones y ha asociaciones entre ellas. Para las cuatro más poderosas siempre era un de ganar si entre ellas se asociaban, teniendo en cuenta que las cuatro familias eran muy amigas en el ámbito personal, y muy unidas en lo profesional.
Las familias eran los Jeon, ellos eran los dueños de una empresa de videojuegos de realidad virtual. Sus ganancias al año superaban 60% de portabilidad en el país.
Los siguientes eran los Kim, ellos eran los dueños de una empresa de informática y estrategia en computación. Su hijo mayor, el joven Kim Seokjin era el vicepresidente, y el padre de este, era el presidente.
Los Min también eran muy respetados en Corea del Sur y Asia como las dos primeras, sus ganancias eran muy buenas y elevadas, ellos eran los encargados de la publicidad y fotografía de las mejores empresas de Asia, hacian trabajos para agencias de música y para otras empresas con publicidad de fotografía.
Y por último estaban los Jung, ellos eran los principales en lo que de moda se trataba, los Jung eran muy reconocidos por sus excelentes servicios en la moda, ropa, accesorios, calzado y carteras. Sus productos eran esparcidos por el mundo como una de las marcas principales en moda y estilo.

Esas eran las cuatro mejores de todo Corea, respetadas y admiradas por muchos. Aquellos que trabajan para estas empresas siempre hablaban de lo grandioso que era estar ahí, pero también destacaba una más que todas. La de los juegos, ¿Por qué?, Pues el actual vicepresidente, el joven Jeon JungKook, era un tanto irritante, siempre hacia o tenía que ser todo a la perfección. Era muy exigente y a veces exageraba con su actitud, sus empleados lo temían, y claro también lo respetaban. Pero aún así siempre hablaban de su jefe.

Ahora esas cuatro empresas estaban reunidas con otras más que también eran importantes, la reunión que se daría acabo era sobre las nuevas inversiones que se daría a fines de año. Cómo siempre, toda empresa tenía que pagar una tasa de interés para así seguir trabajando en el extranjero, y ahora estaba en discusión si eso debería seguir así o simplemente dejar el echo de continuar sin expandir pagando un monto de interés para el país.

—Ahora cómo ya saben, tenemos que tomar una decisión— habló el secretario del ministerio de desarrollo he inclusión social/empresarial, de corea—. Sé muy bien que no todos aquí están de acuerdo con las nuevas condiciones, sin embargo les recuerdo que todos los pagos en las tasas de interés serán beneficiadas tanto para el país como para ustedes mismos.

Todos murmuraban. Claro los que menos estaban de acuerdo de la nueva cláusula que el estado coreano había puesto.

—Yo opino que todo ese porcentaje que están pidiendo es demasiado, las tasas de interés bajan y suben cada mes de campaña, y todos aquí no somos muy millonarios para pagar algo asi— dijo una mujer que estaba junto a su asistente.

—Si la señora Choi tiene mucha razón, no tiene sentido.

El secretario general los miró y luego hablo tranquilo, no había porque alterarse.

—Señores—llamó la atención de todos—. Todos los que están aquí, son las quince empresas con más ingresos anuales en Corea, ustedes están en la obligación de aceptar las condiciones y términos por el echo de continúar como empresas dentro del país.

Todos no dijeron nada, solo esuchan. Pero los "regañados" callaron y bajaron la mirada, y en cierta forma el secretario general tenía mucha razón.

—No hay problema para los Kim, nosotros aceptamos— dijo firme el vicepresidente, Kim Seokjin.

—Los Min también estamos de acuerdo, solo firmemos el contrato y los convenios que nos ofrecen, hay cosas que hacer— YoonGi siempre destacaba con la forma tan directa en como decía las cosas sin titubear.

Un Corazón Dominante [Omegaverse] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora