Todo en una semana (parte 02)

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Jimin estaba acostado en la cama, mirando el techo y buscando alguna forma a los dibujos dibujados por ella misma. Miró como si eso fuera lo más interesante del mundo, y distrayendo se, a cada idea que venía a su cabeza.
Después de mirar por un largo rato el techo, suspiró de aburrimiento. No sabía que más hacer, mirar la tele no quería porque nunca había algo interesante que ver, usar una computadora sería buena opción, pero, no sabía la contraseña de la laptop de Jungkook, la que se encontraba en la oficina del joven Alfa.
Miró su reloj de mano, ese que era sumamente costoso y lujoso, regalo de Jungkook obviamente.

Al ver la hora se percató que iban a ser casi las doce de la noche, era tarde, algo. Pero él tenía hambre, a pesar de haber comido en la casa de los padres de Jungkook, él tenía hambre. Dejando de lado su pereza y su poco ánimo de moverse, salio de la cama para ir directamente a la cocina. Sabía que el joven Alfa tenía siempre algo para cocinar.
Al estar ya en la cocina, observó que solo había fideos instantáneos, no quería comer eso, no ahora al menos. Buscó con su mirada en la puerta de la refrigeradora algún stiker con el número de algún lugar donde vendan comida, pero nada, está vacía.

—Jungkook dijo que llamara si tenía hambre, pero aquí no hay número, ¿Qué se supone que haga?— se dijo mirando por todos lados a ver si encontraba algo.

Al notar que no había ningún número, soltó un quejido por la frustración de no encontrar nada.

—De verdad tengo hambre— decía sobando su barriguita—. ¿Y si voy yo mismo por algo de comer?— se preguntó.

Prácticamente se respondió a si mismo con un 'si', y salió del departamento.

Ya a fuera, miró a todos lados. Buscando el camino correcto para ir por algo de comer.
Al notar que al fondo de la calle un restaurant, optó por ir ahí. No sabía que servían o que tipo de comida había en ese lugar, pero por ahora era su mejor opción.
Camino taradeando una canción en su mente, una que era muy popular en Corea.
Cuando llegó, vió el letrero de afuera.

—No hay nada que me guste— hizo una mueca con sus boca—. Será mejor que busque más lejos, aquí todo es gourmet y no es lo mío.

Encogiéndose de hombros, caminó por la misma calle buscando algo más. Finalmente, al final de un parque muy bonito que había en la zona, encontró un restaurant que si servían lo que le gustaba.
Sonrió contentó cuando saboreó en su boca ya el exquisito sabor de la comida, imaginando que ya se lo estaba comiendo.
Contento, pidió dos porciones.

—Quizas cuando Jungkook regrese, tendrá hambre—. Pensó.

El hombre que le había atendido, le pidió esperar un cuarto de hora para que se le entregué su orden.
Y así fue, se sentó en un silla y esperó.

—Todo por aquí parece muy tranquilo— hablaba consigo mismo—. Los ricos siempre tienen los mejores lugares para vivir— decía mirando al parque que era lujoso, y a los edificios de al rededor, todos eran enormes y brillantes—. Seúl tiene muchos edificios, a dónde sea qué mire hay edificios, Busan también los tiene, pero no muchos como aqui — colocó su mentón en su mano, esta se encontraba sobre la mesa—. ¿Cómo será dentro de una semana?, ni siquiera sé si estoy haciendo lo correcto.

—¿Por qué estás hablando sólo?— preguntó un Alfa a un costado suyo, esté traiga puesto un abrigo negro que le cubría hasta las rodillas, zapatos de vestir, un traje debajo del gran abrigo y, una mascarilla cubría la mitad de su rostro. El Alfa era alto, y tenía ojos pequeños.

Eso fue lo que Jimin detalló al instante que volteó al verlo, cuando escuchó esa voz. El Alfa estaba de pie, para parecer del pequeño Omega, ese Alfa era un poco más alto que Jungkook.

Un Corazón Dominante [Omegaverse] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora