Un Corazón Dominante [Omegaverse] (EDITANDO)

Jeon JungKook (CEO)

Todos estaban realmente sorprendidos al ver con sus propios ojos al menor de los Jeon, casado.
Aquí lo que les sorprendía era ver cómo alguien que siempre tenía la fama de andariego y nunca tener una relación estable con nadie, en especial al escuchar los rumores de que a él no le gustaban los Omegas hombres. Y ahora verlo casado, tomado de la mano con un Omega hombre, era algo para sorprender a todos. Más a la prensa que siempre está a la espectativa de los grandes jóvenes emprendedores y empresarios, cómo lo era Jeon JungKook.

Tomado de la mano de una forma firme pero delicada a Jimin, JungKook abrió paso junto a su esposo, por la alfombra roja que daba entrada a la gran sala donde se llevaría acabo el evento tan esperado por muchas personas.

Ambos entraron, las luces de todas las cámaras ahí golpeaban sus rostros, Jimin nunca había pasado con una situación similar, así que para él era algo complicado mirar al frente con tantas luces brotando sobre sus ojos que le dolían al ver el destello de todas esas cámaras.
Claramente a JungKook no le afectaba del mismo modo que a él y, es que el Alfa ya estaba acostumbrado a ese tipo de luces sobre él. Su vida fue así desde que era más joven que ahora, sus padres siempre lo llevaban a eventos como los de ahora, y para él el destello de las luces que venían de esas cámaras, eran más que normal.

—Mira al suelo, así tus ojitos no dolerán— dijo JungKook acercándose al odio de Jimin.

El Omega solo asintió con una mirada cálida. Para luego bajar su cabeza levemente y así mirar el suelo.
Y si que funcionó, ahí solo podía ver las luces vacías que no afectaban sus ojos.

JungKook entró con una mirada llena de poder y estabilidad en todo sentido, Jimin sonreía levemente al sentir como JungKook intentaba protegerlo de todas esas cámaras.

Adentro, todo estaba muy bien decorado y administrado por secciones. Los invitados, cada no de ellos. Lucian radiantes, con sus trajes echos a medida, de marca y usando peinados muy bien echos.
Era de esperarse que algo así se viera en una reunión tan exclusiva cómo está.
Jimin miró a todo lado con sus ojos espectantes al ver como hasta el echo del lugar estaba bien decorado con luces de color blanco y leves toques dorados en los lados de las esquinas de la gran sala.
Había mesas divididas entre para cuatro personas ha más. Todas ellas tenían varios tenedores, copas y tres platos en fila. Era muy elegante, todo.

JungKook buscó con la mirada a sus padres, ellos estaban con unos señores más ahí, y también estaba su hermano mayor con su cuñada y su sobrino.
Él al verlos, caminó en dirección hasta llegar a ellos. Jimin solo miraba todo a su alrededor mientras que JungKook lo guiaba en su camino.

—Padre, madre buenas noches— saludo con una leve sonrisa—. Hermano, cuñada— los miró y ellos saludaron también—. Oh el pequeño Sung está aquí— dijo mirando a su sobrino que reía al ver a su tío.

—Hijo bienvenido— saludo la madre de JungKook—. Jimin querido, que lindo luces hoy.

Ella le regaló una sonrisa a su yerno, y este sonrió tímidamente al escuchar el cumplido.

—¿Te sientas con nosotros?— preguntó su hermano mayor—. Nosotros los estábamos esperando.

—No Hyung— negó JungKook—. Iremos con mis amigos en una mesa privada que nos dieron a nosotros.

—Entiendo— respondió su hermano—. Ya tendremos tiempo de hablar pequeño hermano— sonrió—. Jimin, cuídalo por mí por favor.

—Tratare— dijo Jimin mirando a JungKook, este negó con su cabeza. Y sonrió para luego despedirse de sus padres y su hermano.

Caminaron hasta llegar a una mesa unos pocos metros más lejos de donde estaban sus padres.
Sus amigos ya los estaban esperando ahí. YoonGi, Hoseok y Seokjin estaban tomando ya una copa de vino que se les servía como forma de bienvenida a los invitados.
Los chicos al verlos acercarse, sonrieron.
Y que su amigo, el menor del grupo, lucía realmente contento al lado de un Omega rubio. Eso les alegraba.