📍¿La historia se repetirá otra vez?📍
••|Y cuándo se creía que todo lo malo había pasado, y que el estar sin demonios era lo mejor de ese tiempo, los recuerdos asechan su mente y promete vengarse del chico que antes le causó daño. Giyuu Tomioka, o...
Ambos pequeños se dirigían muy contentos a la feria que habían organizado cerca de sus casas, Tomioka acompañado de su madre; quién iba a comprar algunas cosas, y Kamado sólo, pero feliz al saber que iba a poder ver y jugar con algunos animalitos.
Aproximadamente eran las diez de la mañana y el lugar ya se encontraba repleto de gente. Obviamente no podían ignorarlo, los nuevos puestos tenían miles de cosas por exhibir, y esa feria sólo se hacía una vez al mes, varia gente aprovechaba para comprar cosas de marca y baratas. A Shinobu no le importaba mucho ese tipo de cosas, pero los alimentos sí, conseguirlos en buena calidad y con un buen precio era cosa de poco momentos.
Tomioka aprovechó que su madre estaba distraída charlando con la vendedora de alimentos y salió de allí para dirigirse al puesto dónde momentos antes había visto un letrero que decía: «Animales domésticos y salvajes, no pierdas la oportunidad de verlos»
Al llegar alli se adentró en él observando todo a su alrededor y sus ojos brillaron de emoción: Monos, gatos, perros, peces, serpientes, hamsters. Era cómo estar en un zoológico pequeño, nunca antes había visto algo así.
—¡Sabito! —Escucha su nombre y voltea su mirada encontrándose con el burdeos sosteniendo algo en sus manos —¡Mira lo que tengo! —Dice sonriente y lo alza para que pueda apreciarlo mejor, un conejito de pelaje blanco vestido de una ropita azul con estrellitas decorandola se vio.
Tomioka rió por eso. —¿Y cómo se llama? — Preguntó tomando al animalito en sus brazos y su cuerpo sintió la extraña necesidad de algo al tenerlo tan cerca, era la primera vez que cargaba un animal ¿Porqué se sentía ansioso?
—No sé, pero me dijeron que sus padres murieron en un accidente. —Obviamente el vendedor no le iba a decir que se los cocinaron. —¿Que te parece si actuamos cómo sus padres? —Propone cubriendo sus brazos al ver que su polo se estaba remangando y Tomioka asiente emocionado.
—Fuyō ¿Por que siempre cub- —Sin querer apretó al animalito fuertemente con sus dedos y éste se le cayo al suelo, haciendo que Kamado se asustara y lo recogiera rápidamente. —Ups... Lo siento.
—¿Tomioka estás jugando? Ten más cuidado.
—Es sólo un ani-
—¡Sabito! ¿Porqué te fuiste sin decirme nada? —Llega Shinobu al lugar muy agitada y asustada. —Por un momento creí que te habían secuestrado.
—¡Mami! Lo siento por no avisar que me iba, pero estamos jugando —Decía el menor mientras sonreía
—Está bien, está bien, pero no vuelvas hacer eso —Dijo acariciando suavemente sus cabellos oscuros —¿A qué están jugando?
—Al papá y a la mamá, cuidamos de éste conejito. —Dijo el otro menor. Shinobu abrió los ojos al verlo.
—Pero si ambos son-
—Yo actúo cómo la mujer —Interrumpió su pequeño señalándose así mismo —Él es el hombre
—¿Él? —Se le hacía raro saber que jugaban a eso. —¿Es Fuyô? ¿Cómo se apellida? — Preguntó curiosa.
—Sí, se apellida Kamado.
No puede ser.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.