XII

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Sus labios iban moviéndose suavemente mientras ambos se dejaban llevar, ahí Tomioka pudo recordar el beso que se habían dado de niños cómo si fuera ayer, sabía que eran pequeños y que no pensaban en lo que hacían, pero ahora que analizaba todo, fue muy estúpido haber echo eso a tan corta edad, no quería que ésta vez sea igual, así que fue tomando la cintura contraria suavemente y movió su cabeza para poder profundizar su actuar, Fuyô aferró ambos brazos en su cuello y sus cuerpos fueron juntandose poco a poco. No eran expertos, no, Sabito no estuvo con alguien después de encontrarse con Fuyo, y Fuyô no tuvo la oportunidad de conocer a más gente debido a que estuvo en casa, sólo estaban dejándose llevar. Suavemente fueron bajando la intensidad que en un momento comenzaron a tener, y separaron sus labios por falta de oxígeno.

—Esto se siente....

—¿Bien? Creo que a comparación de nuestra primera vez esto es más decente. —Menciona el pelinegro en parte de broma, y recibe un suave golpe en su hombro al decir aquello.

Pensaban volver a juntarse para darse un beso más, pero al escuchar varias voces acercarse a ellos, se separaron y dirigieron su vista a los menores.

—¡Miren, es Fuyô! —Menciona la menor Agatsuma emocionada y hace que los demás gritaran de emoción al notar su presencia. Pensaron no volver a verlo, así que sin perder tiempo se acercaron a él en montón y le dieron un gran abrazo juntos.

—Waa, han crecido un montón. —Dice el peli burdeos tratando de abrazar a todos pero ante la gran fuerza que tenían caen al suelo repentinamente. —Hisoka, Katsu, Dakemi, Genya y... Oh, la pequeña Azumi tambien creció demasiado — Dice al ver a la pequeña estar un poco alejada. Sabe que quizá no lo recuerde por la corta edad a la que la cuidó, pero él nunca la olvidó, nunca iba olvidar lo resaltante que era. Su llamativo color de ojos y cabello, amarillos y rojos cómo el mismo fuego. Algo nostálgico empezó a derramar lágrimas inconscientes al recordar la muerte de Rengoku.

—¿Por qué lloras? —Le preguntan.

—¿Eh? —¿Que había sido eso? —D-de seguro es por la emoción. —Dice algo nervioso al no saber que es lo que pasaba, y dejando de lado sus pensamientos se levanta rápidamente. —¿Qué les parece si vamos a pasear un rato? —Pregunta sonriente y todos asienten.

—Yo no puedo, debo hacer cosas importantes. —Escucha decir al peli negro, pero sin perder tiempo toma uno de sus brazos y lo obliga a ir con ellos. No iba a dejarlo sólo.

Una tarde divertida y alegre se obtuvo en el parque de atracciones, una en la cuál todos se divertieron, Fuyô tenía esa aura única de transmitir seguiridad y confianza, hacia subir el ánimo a cualquiera, Tomioka era muy conciente de ello, y tras horas jugando, se despedieron de los chicos dejándolos a cada uno en sus casas. Fuyô y Sabito  pasearon juntos un poco más al tener tiempo de sobra.

Tomioka no se había dado cuenta, pero se la había pasado observando el rostro de Kamado en todo momento, sus movimientos y su forma de actuar, ¿cómo podía hacerle sentir varias cosas? ¿Tanto lo había extrañado? ¡era hermoso! No cabía duda, realmente le agradaba demasiado.

Tomioka no se había dado cuenta, pero se la había pasado observando el rostro de Kamado en todo momento, sus movimientos y su forma de actuar, ¿cómo podía hacerle sentir varias cosas? ¿Tanto lo había extrañado? ¡era hermoso! No cabía duda, realmen...

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