📍¿La historia se repetirá otra vez?📍
••|Y cuándo se creía que todo lo malo había pasado, y que el estar sin demonios era lo mejor de ese tiempo, los recuerdos asechan su mente y promete vengarse del chico que antes le causó daño. Giyuu Tomioka, o...
Fuyô empezó a emitir molestia en su expresión, tenía una mirada diferente y en vez de seguir moviéndose para soltarse del agarre que tenía por parte de Toha, se quedó quieto y dirigió su mirada al suelo, para posteriormente reir.
Los chicos se confundieron por su forma de actuar, pero creyendo que simplemente estaba riendo por no poder hacer algo, Kuji continuó golpeando al peli negro, mientras éste no entendía por que buscaban problemas.
—Déjenlo. —La voz de Fuyô era diferente. Tomioka se dio cuenta de ello, abrió los ojos algo asombrado y al verlo a los ojos pudo ver que tenía una mirada diferente, una mirada que no demostraba nada, ahí fue dónde se acordó la vez que lo vio en el patio de su casa, enterrando un animal muerto y jugando con su cuerpo.
¿Porqué se acordo de eso?
No lo sabía, pero apenas tuvo tiempo de reaccionar y ver cómo el peli burdeos se soltaba del agarre y se ponía encima de Kuji para alzar su puño con la intención de golpear y destrozar su rostro. —Ahora, vas a morir.
—¡Kamado! —El fuerte grito de una mujer se escuchó cerca de allí, Fuyô detuvo lo que iba hacer y alzó su vista asustado, su madre estaba cerca. —¡Tenemos una reunión importante! ¿Acaso lo olvidaste?
El peli burdeos se levanta de dónde está, y algo nervioso se disculpa de todos, no sin antes tomar la mano de Sabito y sacarlo de ahí. Los dos chicos se quedan confundidos por ello pero deciden no tomarle importancia para otro día lograr su objetivo. El peli negro no lo entendía, ahora Fuyô empezó actuar diferente, pero ésta vez ya no tenia esa mirada de superioridad, si no de inferioridad mezclada con miedo y temor, incluso parecia un niño menor con graves problemas psicológicos, pero decidió no prestarle atención.
—Buenas noches madre. —Saludo haciendo una reverencia y evitando el contacto visual, había empezado a temblar. Tomioka tambien saludó.
—Buenas noches a ambos, ¿tú eres Sabito Tomioka? — Pregunta Kanao con una sonrisa en su rostro, ese chico, era tan igual a Giyuu Tomioka que tenía ganas de tomarlo y llevárselo para saber si es capaz de hacer lo que su padre hizo.
—Sí, — Responde alegre. —Bueno ya debo irme, tengo cosas importantes que hacer nos vemos mañana Fuyô. —Suelta sonriente, y el menor ni siquiera lo mira por lo concentrado que está en el suelo, realmente estaba actuando cómo un niño.
—Ahora bien, ¿qué tienes planeado hacer? —Pregunta la mayor.
—Primero que nada, Fuyo debe saber lo capaz que puede llegar a ser Tomioka, está tan enamorado de él que no ve la realidad, así que tengo planeado que hacer.
—Bien.
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Todo estaba preparado, los días siguientes siguieron encontrándose en la Universidad, y cómo siempre pasaban todo el día juntos, Toha y Kuji siguieron fastidiandolos pero Tomioka decidió hablar con el director para darle a conocer su situación, los chicos no tuvieron de otra que disculparse con ellos y prometer no volver hacer eso. El juego de niños que tenían Fuyô y Sabito fue siguiendo con normalidad, pero tomioka tenía planeado terminar con ello y pasar a algo de verdad. Ahora estaba seguro, estaba enamorado de Fuyô. No, no había conocido a una persona tan maravillosa cómo él, quería tener algo más, así que lo invitó a salir para poder hacer ello. Fueron a comer a un restaurante, y en el camino se encontraron con Toha y Kuji, quienes a rastras se lo llevaron a una fiesta que había allí cerca, cómo parte de "disculpa". A Tomioka no le pareció mala idea, así que se dejaron.
