capitulo 32

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No estaba seguro de cuantos shots de vodka había bebido, Seungmin dejó de contar después de cuatro, al principio sabía qué estaba mal pero ahora lo único qué pensaba era en lo mucho qué se estaba divirtiendo, sabía qué Minho no había dejado de obs...

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No estaba seguro de cuantos shots de vodka había bebido, Seungmin dejó de contar después de cuatro, al principio sabía qué estaba mal pero ahora lo único qué pensaba era en lo mucho qué se estaba divirtiendo, sabía qué Minho no había dejado de observarle desde hace rato y con más ganas comenzó a bailar para provocarlo. Ni siquiera él sabía lo qué quería, por momentos quería a Minho completamente fuera de su vida y por otros quería qué estuviera en ella, pero en esos momentos lo único qué quería era volver loco a Minho, quería enojarlo, qué tuviera demasiados celos al verlo provocando a los demás. Por qué si, Seungmin había recordado lo bien qué se sentía tener las miradas encima de él y en esos momentos sabía qué habían chicos observándolo, incluso podía escuchar las cosas perversas qué salían de sus bocas, le deseaban. Pero solo en sus sueños podrían tenerlo.

Minho estaba tan enojado, odiaba ver a Seungmin bailando tan sensual frente a todos. Había observado la cantidad de alcohol que tomó y sabía qué estaba borracho, pero no sabía si lo hacía para darle celos o simplemente por qué él era así, le gustaba la atención.

Las ganas que tenía de ir y llevarlo por la fuerza lejos de ahí eran muchas, no quería que nadie le mirara, estaba tan enojado, ni siquiera podía concentrarse en otro chico o chica y maldijo a Seungmin por eso.

Y si, él estaba enojado. Pero no podía negar que también estaba excitado al verlo bailar así, se veía tan jodidamente sexy, sus piernas eran tan grandes y bonitas, en esos momentos sólo quería llevarlo a su departamento y tener sexo con él hasta qué se cansaran. Y sabía qué de no haber sido tan descuidado esa noche qué lo descubrió con Giselle, habría podido hacerlo, follárselo hasta qué le suplicara qué se detuviera.

¿Podría volver a tenerlo de esa manera? No lo sabía, Seungmin cada vez más se comportaba de una manera distinta. Ya no parecía él chico sumiso qué se follaba cuando quería y cómo deseaba y eso le desesperaba, no podía soportar qué ya no estuviera a sus pies.

Estaba tan metido en sus pensamientos qué no notó cuando un chico se acercó hasta Seungmin, era Changbin y ahora bailaba junto él tan malditamente cerca. >>¿Así quieres jugar, eh?<< pensó Minho y se levantó de su asiento, se dirigió hasta la pista y tomó a una chica de la cintura para comenzar a bailar con ella frente a Seungmin y el imbécil ese con él qué se encontraba.

Ambos estaban jugando de una manera muy sucia, pero Seungmin llevaba ganado por mucho, sabía lo qué tenía y estaba aprovechándose de eso. Su hermoso cuerpo estaba pegado al de Changbin qué estaba por enloquecer ante la sensualidad del castaño.

Minho tomó aquella chica por la nuca y estampó sus labios contra los de ella, comenzó a besarla ferozmente cómo si se estuviera desquitando de todo su coraje, por un momento llevó su mirada hasta Seungmin y por tercera vez en esa misma noche sus miradas coincidieron, eran de odio y deseo.

El odio de Seungmin hacía Minho era por qué era un idiota, por qué había jugado con él, por qué no le decía lo qué quería escuchar: Qué iba a cambiar, qué lo quería también. Y él deseo de estar en la cama con él, de qué le tocara como solo él sabía hacer.

Y el odio de Minho hacía Seungmin era por qué ya no podía tenerlo a sus pies, por qué ya no era ese chico qué hacía todo lo que pedía, le odiaba por qué le hacía sentir celos de una manera enfermiza. Pero le deseaba tanto, deseaba follarse su divino culo cada qué se le antojara, deseaba tanto oírle gemir, sus gemidos eran como su melodía favorita. Él deseo que sentía por él era tanto qué con el simple hecho de verlo tan provocador sentía qué su polla estaba tan dura qué dolía.

Minho continuaba besando aquella chica y tocándola como si su vida dependiera de eso y claro que Seungmin no se iba a quedar atrás, enrosco sus brazos al cuello del chico con él qué bailaba y lo besó delicadamente pero de una manera tan sexy. Cuando rompieron con el beso sonrió de una manera victoriosa al ver al pelinegro con el rostro serio, ¿A dónde se había ido tú felicidad Minho? Seungmin estaba tan borracho qué no tenía tiempo para pensar en las consecuencias, se acercó al oído de Changbin y le invitó hacer cosas indebidas con él y claro qué no iba a rechazarlo. Seungmin lo llevó de la mano hasta dirigirse al mismo cuarto donde había follado tan jodidamente rico con Minho, no le importaba nada más qué hacer enojar al pelinegro.

Pero antes de qué pudieran hacer algo, Minho ya tenía a Changbin en el piso mientras le golpeaba una y otra vez. ¿Creía que podía acostarse con lo qué era de él? Pues le estaba demostrando qué no podía ser así.

—¡Suéltalo Minho!—gritó Seungmin con impotencia.—¡Qué lo sueltes, maldito loco!

—No vuelvas a intentar llevártelo a la cama.—le dijo Minho a Changbin.—Por qué vas a lamentarlo el resto de tu vida.

Y con eso lo dejó en el piso con el labio roto y sin entender quién rayos era él y por qué lo había golpeado.

—¿Qué te pasa, idiota?—le preguntó Seungmin con coraje.—¡Por qué lo golpeaste!

—¿Eso era lo qué querías?—se río.—Querías provocarme, ¿no? Pues lo lograste.

—¡No tienes por qué golpear a cada chico qué se me acerque!—le gritó mientras algunos les prestaban atención y otros ni siquiera les importaba.

—No importa lastimar a las personas qué quieren meterse con lo mío.—contestó Minho.

Changbin comenzaba a entender la situación, se levantó del suelo y se escabulló entre las demás personas, dejándo a Seungmin seguir discutiendo con él pelinegro.

—No soy tuyo, te lo he dicho muchas veces.—dijo Seungmin irritado.—¿A caso eres un niño pequeño para qué no puedas entender?

Las personas qué prestaban atención a aquella pelea soltaron un "uhhh" provocando qué Minho tensará la mandibula y apretará los puños con enojo.

Seungmin se dió la vuelta y se dirigió hasta el baño más cercano, estaba tan enojado y borracho qué sentía qué en cualquier momento vomitaría. Y claro qué Minho no iba a dejarlo así, siguió a Seungmin haciendo qué esté le gritara aún más.

—¿¡Qué quieres Minho?!

—¿Te sientes mucho solo por qué estoy detrás de ti, cierto?—le preguntó con una sonrisa burlona.—Te encantaría qué te ruegue. ¿No es así?

—Me da igual.—se encogió de hombros.—La verdad es qué ya no me interesas.

—¿Ah, no?—Minho arqueó una ceja.—¿Ya no sientes ese amor por mi?

—Nunca lo sentí.—mintió.—Solo estaba confundido, nunca fui tuyo.

—¿Y si no estás enamorado por qué no podemos follar cómo antes?—preguntó él pelinegro.—Sería divertido ¿no crees?

—Bien, hagámoslo Minho, tengamos sexo.—se encogió de hombros.—Al fin de acabó solo se trata de satisfacer el deseo de nuestros cuerpos.

Él pelinegro quedó completamente sorprendido por aquella respuesta, esperaba una grosería por su parte, no aquello. Pero eso era mucho mejor.

—Y esta vez no puedes prohibirme salir con nadie, ni qué use lo qué yo quiera.—dijo Seungmin.—Ni te voy a pedir qué me seas fiel, yo no soy tuyo, ni tu eres mío. 

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cherry lollipop ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora