Minho odia a Seungmin, por se vanidoso y provocador a los demás cuando chupa sus jodidas paletas de cereza. Debido a eso, hará todo lo que esta en sus manos para hacerlo sufrir.
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꒰ ♡ : historia terminada
꒰ ♡ : gráfi...
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—Quiero que hagas algo para mí—acarició su mejilla—Dijiste que serías obediente ¿verdad?
—¿Qué es lo que quieres que haga?—mantenía su mirada fija en él.
—Quiero que uses algo bonito que compre para ti—lo besó rápidamente.
—¿Qué es?
—Ve al baño, deje la ropa ahí—se relamió los labios—Estoy seguro de que te va quedar tan bien.
Seungmin asintió y se dirigió al cuarto de baño, cuando abrió la puerta y entró, localizó la ropa doblada encima del lavabo de mármol, frunció el ceño y la tomó entre sus manos para desdoblarla y darse cuenta de lo qué era.
—¿Él quiere que yo use esto?—abrió de más los ojos en señal de asombro, se le tiñeron las mejillas de un color rojo, por pensar en él con una corta falda puesta, en cierto punto le sorprendía las cosas que Minho le gustaba en el sexo, primero por amarrarlo y ahora con eso. Pero claro, no era problema, le gustaba hacer lo que le pidiera y como un buen chico vanidoso, no dudo qué, aquello quedaría muy bien en su precioso cuerpo, así que se despojó de su ropa y se puso aquel sexy traje color rosa y las medias blancas en sus grandes y perfectas piernas.
Salió de la habitación con un poco de pena, carraspeó para llamar la atención de Minho quién fumaba un cigarro mientras veía por la ventana de su departamento, en cuanto notó su presencia se volteó para mirarlo y quedó con la boca abierta al ver lo sensual que se veía Seungmin, no se había equivocado en pensar en aquello.
—Te vez tan sexy—se relamió los labios y le tomó de las manos para llevarlo dentro la habitación, se sentó en la esquina del colchón y le pidió que se sentará en sus piernas—Ven aquí, siéntate.
Seungmin obedeció de inmediato y Minho comenzó acariciar sus piernas subiendo y bajando mientras las apretaba y sentía como su miembro se ponía duro, le encantaba verlo vestido así, las medias le quedaban tan bien, es qué simplemente Seungmin era tan divino.
—¿Vas a obedecer a todo lo qué yo te diga?—preguntó en un tono autoritario.
—Si...
—¿Vas a dejar de salir con otros chicos?—preguntó y de un movimiento rápido dejo a Seungmin boca abajo entre sus piernas, levantó un poco la falda y le bajó las bragas blancas dejando en descubierto su hermoso trasero—¿Lo harás?
Seungmin negó con la cabeza a propósito, sabía lo que Minho estaba a punto de hacer y eso le excitaba demasiado.
—No me gustas cuando eres desobediente—le dio una nalgada y despues comenzó apretar fuertemente sus muslos—Lo odio.
Le dio otro manotazo, pero esta vez un poco más fuerte provocando que él castaño gimiera de dolor y placer.
—Eres mío y no tienes permiso de estar con nadie más—le dio otra nalgada—¿Entiendes eso?
