Minho odia a Seungmin, por se vanidoso y provocador a los demás cuando chupa sus jodidas paletas de cereza. Debido a eso, hará todo lo que esta en sus manos para hacerlo sufrir.
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꒰ ♡ : historia terminada
꒰ ♡ : gráfi...
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Aunque al principio Seungmin no quería ir a aquella fiesta, después de estar en su cuarto obscuro y a solas, la tristeza comenzó a invadirle y no quería eso. Estar lejos de la persona que amaba era un sentimiento horrible, tener qué aguantar las ganas de hablarle y de besarle era algo realmente doloroso, cuando era de día estaba bien, el sol iluminaba su corazón y le daba esperanzas de seguir adelante, pero al llegar la noche todo se convertía en depresión y obscuridad, era una tortura tener qué estar pasando por aquello. Si tan solo Minho hubiese sido diferente podrían haber seguido juntos, todos los días felices y amándose. Después de darse una ducha, como era de costumbre Seungmin tardo demasiado en arreglarse y ni siquiera era la gran cosa lo que llevaba puesto: Una camisa negra, encima una chaqueta de mezclilla obscura y unos pantalones ajustados del mismo color que le quedaban bastante bien. Y para completar, se colocó una argolla en forma de cruz en lóbulo de la oreja, un poco de perfume de vainilla y estaba listo esperando qué los chicos llegaran.
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—Te vez muy lindo esta noche.—halagó a Felix.—De verdad.
—Vamos.—dijo mientras le abría la puerta del auto.—Tenemos que pasar por Seungmin.
—Me alegra qué al fin haya decidido venir con nosotros.—contestó ya en el asiento de copiloto.—No quiero qué continúe triste.
—Lo se.—respondió Jinnie mientras se ponía el cinturón de seguridad.—Pero debemos entender qué es un proceso, poco a poco sanará.
—Tienes razón.
—Al igual qué tú.—le miró con una sonrisa.—No finjas qué no te importa, no te preocupes por mi.—aseguró.—Me gustas y quiero lo mejor, aunque tenga que esperar por ti.
—Eres tan lindo.—dijo Felix conmovido.—Gracias por llegar a mi vida.
—Gracias por tu llegar a la mía.—le sonrió y puso en marcha el vehículo para dirigirse a casa de Seungmin.
—Le avisaré a Seungmin que llegaremos en cinco minutos.—dijo Felix sacando su celular para mandarle el mensaje.
Seungmin recibió el mensaje, apagó las luces de su habitación y bajó hasta la sala donde se encontraba su madre.
