Minho odia a Seungmin, por se vanidoso y provocador a los demás cuando chupa sus jodidas paletas de cereza. Debido a eso, hará todo lo que esta en sus manos para hacerlo sufrir.
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꒰ ♡ : historia terminada
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—¿Qué hacemos aquí?—preguntó Seungmin con una sonrisa y Minho envolvió los brazos a su cintura y besó su cuello con ternura.
—¿Te gusta el parque, no es así?—respondió.—Hemos venido a divertirnos juntos.
—Minhonnie.—sonrió.—¡Qué tierno!
—Súbete.—dijo él pelinegro pidiendo qué se subiera a uno de los columpios.—Voy a empujarte.
—Eso es muy cursi.—se burló.
—Sería el más cursi del mundo por ti.—contestó con el corazón en la mano.—Haría cualquier cosa para seguir enamorándote.
—Te amo tanto, Honnie.—dijo Seungmin atrapando las mejillas de Minho entre sus manos para darle un beso tierno en los labios.
—Yo te amo más Seungmin.—contestó.
Minho despertó con una sensación rara en el estomago. ¿Por qué había soñado aquello? Tenía un nudo en la garganta, cómo si quisiera llorar y en vez de ser un bonito sueño, era aterrador. Le tenía miedo al amor, no podía enamorarse de Seungmin. No, más bien no quería hacerlo, ¿Para qué? Tarde o temprano terminaría, no quería arriesgarse a un corazón roto. ¿Lo soportaría otra vez?
—No, no estoy enamorado.—se dijo así mismo, tratando de convencerse.—No es amor, no es amor, no es amor.—repetía una y otra vez mientras se pasaba las manos por el rostro. No era amor y lo iba a demostrar.
Se levantó de la cama con pereza y antes de hacer cualquier otra cosa, revisó su celular y cómo era de esperarse tenía un montón de mensajes de Seungmin dándole los buenos días, no pudo evitar sonreír por aquello, pero no iba a contestar. No tenía ganas después de aquel sueño qué tuvo, dejo el aparato encima del colchón y se dirigió al baño a darse una ducha rápida para relajarse e ir a la universidad.
Cuando llegó estacionó su motocicleta y pudo ver a lo lejos a Seungmin entrando al edificio, su corazón sintió una punzada por aquello. ¿Por qué? No sabía, pero aquel sueño le había dejado mal, solo quería sacarlo de su maldita cabeza. Mientras caminaba por los pasillos, se topó a Winter con una divina falda corta que dejaba al descubierto sus largas piernas, ella sintió la mirada de Minho y lo miró con su encantadora sonrisa.
—Hola Winter.—le saludó mientras escondía sus manos entre los bolsillos del pantalón.—¿Cómo estas, linda?
—Estoy de maravilla.—contestó.—¿Y tú?
—Se nota qué lo estas.—respondió con astucia.—¿Qué harás hoy?
—¿Me invitaras a salir?—preguntó mientras metía un libro dentro de su mochila color rosa.—¿No estas con Seungmin?
—No.—respondió mientras negaba con la cabeza y ella le miro con los ojos entrecerrados.
