El Internado y Él - (Una Historia De Aidan Y Tu)

capítulo 17

No podía creer estaba en Los Ángeles.
De pequeña siempre quise ir. Sobretodo por las películas, lo pintaban todo muy bien, todo muy mágico.
Y aquí estoy, aquí estamos.
Todavía era pronto, las 8 de la mañana. Cogimos un taxi y nos llevó a una casa enorme en frente de la playa
- Bienvenida!.- dice cuando salimos del taxi y sacamos las mochilas.
Hay una chica de unos treinta y pico años esperando en la puerta.
-Hola Clarise, que tal?
-Perfectamente señorito Gallagher y usted?
-Bien bien, dios mio cuanto tiempo a pasado ven aquí.- decía Aidan con los brazos abiertos.
Aidan y Clarise se abrazaron y ella me miró  y luego miró a Aidan.
-Ella es t/n, mi novia.
A Clarise se le abrieron los ojos como platos mirándonos a ambos.
-No te creo, en serio?- Ella viene y me da un abrazo enorme.
-Bienvenida, no sabes cuanto he esperado a que Aidan tragera a una chica tan guapa como tu a casa. Nunca, nunca había traído a alguien aquí antes. Debes de ser especial.-me dice guiñándome un ojo.
Aidan me coje del brazo y me lleva con él.
-Bueno Clarise, voy a enseñarle la casa a t/n, luego nos vemos.
Me da la vuelta y entramos en la grande casa. Es una casa muy moderna pero clásica. Blanca y de madera, con plantas de bambú por un montón de sitios para la decoración. Llegamos a una habitación muy acogedora con una cama gigante y blanca con una alfombra de esas blanditas en el suelo, pero lo mas impresionante era que en frete de la cama había una ventaña gigante que daba un balcón desde el que se podía ver el mar. Solo el mar.
Aidan se tiró a la cama soltando un suspiro, me mira desde la cama con la cabeza apollada en el codo y me hace un gesto de que vaya con él. Sonrío y acelero un poco el paso y me tiro a la cama con él, este me coje y me abraza quedándose dormido durante unos minutos.
Se sentía tan bien el aire que entraba por la ventana del balcon, el olor a mar y el sonido de las olas era tan... mágico que desearía que no se acabase nunca. Pero porsupuesto tenía que acabar, derrepente se abre la puerte de golpe, Aidan se despierta de un brinco y ve, vemos, a un tío alto con una camiseta sin mangas de estas playeras con el pelo corto y los ojos achinados.
-Hay perdonad averos interrumpido, Aidan tío!! Que tal estas macho?- dice mientras se dan un abrazo.
-Perdona mis modales.- me dice este mirandome a mí.- quien es esta señorita tan bella que tenemos aquí.-dice y me coge de la mano y me da un beso.
- Soy T/n, y usted caballero de Los Ángeles?- Nos reímos los tres.
-Me sigue, bien! Me gusta esta chica. Soy Liam.
-Bien! Y como has sabido que estoy aquí?-prenguta Aidan frotandose la nuca. Liam le enseña el móvil.- es verdad la ubicación en snapchat.
-Me alegro de verte tío.
- y  yo. Oye el sabado hay una fiesta en casa de Leila, por qué no venís?
Aidan me mira arqueando las cejas. Me encanta que ne pregunte a mi antes de el decir nada. Yo me encojo en hombros.
- Bueno quizás vayamos ya te diré.
-Vale tío ya nos veremos he quedado con los chavales para surfear, adiós
-Adioss.
Se va y cierra la puerta Aidan y yo estamos de pie en mitad de la habitacion en silencio. A mi se me escapa una pequeña risa y a el también.
- No me esperaba que un tio entrase en la habitación, me he asustado jajajaj.
- Hay Liam, es mi mejor amigo sabes asi que entra como si fuera su casa.
Nos reímos y terminamos tumbado en la cama otra vez hablando de todo un poco.
-Estas preparada para conocer mi ciudad, o almenos un poco de ella?
- Porsupuesto.
El se levanta rápido de la cama de coje de los brazos y me levanta de la cama y me baja corriendompor las escaleras saliendo por una puerta que hay en la cocina que al abrirla da a un porque en la playa. Pero Aidan no me quería llevar ahí. Siguió corriendo y derrepente se para en seco y se da la vuelta de una dejándo nuestras bocas a pocos centímetros la una de la otra. Me termina besando y para me mira y sonríe.
-NO.- digo pensando en lo que puede hacer ahora.
Pero a él le daba igual lo que yo digera. Me coge en brazos y corre hacia la orilla metiéndonos en el agua los dos empapando la ropa y todo. No podíamos parar de reírnos. Desde luego este viaje va a ser divertido.