[Italia fascista x Imperio Japones] [Terminada.]

Capítulo 28 -Buscar el anillo

La casa estaba totalmente desordenada, los muebles fuera de lugar, las sabanas de todas las habitaciones tiradas, la ropa desparramada por el suelo y un desesperado italiano buscando debajo de los colchones del sofá buscando algo con un nazi que acababa de llegar del supermercado totalmente confundido

—Que mierda estás haciendo? La casa esta pies para arriba, porque?— Preguntó dejando las bolsas de las comprar sobre la isla de la cocina

—Se me perdió!!— Exclamo con los ojos llorosos casi a punto llorar de la desesperación

—Que mierdita se te perdió ahora?— Volvió a preguntar cruzándose de brazos inclinando ligeramente la cadera hacia la derecha

—El anillo que me dio Imperio por la boda! Me lo saqué para bañarme y ahora no me acuerdo donde lo dejé— Explico comenzando a soltar unas pocas lagrimas

—Por la perra que no me dio a luz.....— Dijo soltando un suspiro al final de la frase, poniendo sus dedos en el puente de su nariz mientras que la otra mano se colocaba en su cadera como señora latina —Como puedes ser tan idiota!? Ven vamos a buscar esa mierda antes de que exploté— Soltó en un gruñido agachándose debajo de los muebles buscando el anillo que acababa de perder el fascista, el cual había dejado de sollozar al escuchar que lo ayudaría a buscar dichoso anillo de compromiso

Estuvieron aproximadamente una hora buscando el famoso anillo perdido pero no lo hallaban y el fascista comenzaba a perder la esperanza alterándose cada vez mas

 —QUE MIERDA HARÉ SIN EL ANILLO!? Soy un desastre!!— Gritó comenzando a sollozar con los ojos llorosas mientras que el nazi le ofrecía un pañuelo

 —Si, lo eres, pero bueno, por lo menos no eres tan desastroso  como la vida de la señora Juana de la esquina. No se si escuchaste, de seguro que no por que eres peor que una piedra, que ayer la Juana peleó con su esposo y fue súper dramático. Si quieres te cuento y luego seguimos buscando tu cochinada— Propuso tratando de distraer un como al fascista para que dejará de llorar, después de todo, seguía siendo su amigo y no le gustaba cuando lloraba por que le daba estrés escuchar llantos que no hayan sido de sus víctimas

—Ya, cuéntame que paso— De la nada saco un paquete de cabritas/palomitas de quien sabe donde y comenzó a comer mientras el nazi le comenzaba a decir de la pelea que tuvo la vecina Juana

[.....]

Un rato después se escucho el sonar de la puerta las únicas almas que se encontraban en la casa antes de que sonara la puerta levantaron la mirada encontrándose con el Ruso el cual tenía dos bolsas con lo que parecía ser ropa

—Por fin llegas cagada!— Replico el nazi para luego ponerse de puntitas sobre sus pies y depositar un pequeño y cortó beso en los labios del recién llegado

—Wow, que cariñosas palabras de bienvenida— Dijo con sarcasmo pasando le una de las bolsas y luego caminar hacía el fascista. Introdujo su mano en la otra bolsa sacando de esta una caja de terciopelo azul —Aquí esta tu anillo y el de Imperio— Volvió a decir sin expresión alguna

—Osea que tu lo tenías todo este tiempo pedazo de aborto fallido!? Sabes cuanto tiempo estuvimos buscando esa mierda solo para que tu llegaras y dijeras "Iquí isti il inilli"!— Soltó en un grito que se podría escuchar hasta en el otro continente

—De echo fue mí culpa....— Nazi se volvió a ver al fascista y lo miro confundido —Olvidé que le había pedido a URRS que fuera a comprar el anillo para Imperio y que le di el mío para las medidas— Explico un tanto avergonzado esperando a que el nazi no se enojara demasiado

La reacción del alemán solo fue irse a una de las habitaciones de invitados la cual curiosamente el italiano tenía prohibido ir. Se encerró y se pudo escuchar un grito de parte del incinerador de judíos el cual se notaba que estaba siendo reprimido ligeramente por una almohada, luego se oyó varias cosas siendo rotas seguidos de mas gritos de enojo de parte del nazi.

Unos minutos mas tarde salió el alemán de la habitación totalmente tranquilo como si nada hubiera pasado. Camino en dirección al sofá y se sentó al lado del italiano

—Prende de la tele que a esta hora comienza mí telenovela y quiero ver que sucede con Gloria— Dijo tomando un refrigerio que le acababa de dar el ruso sabiendo que le iba pedir uno para ver la telenovela

—No soy de esa gente que hace spam de sus propias historias en otras de sus historias, pero es que en verdad siento que está va a ser una de mis historias mejor escritas, por si quieren pasar a mí perfil a verla—

—También quiero aprovechar la ocasión para decir; PASE DE CURSO, NO SOY UN BUENO PARA NADA!! PASE DE CURSO! /Grito de perra loca/—

—Tschüss—