[Italia fascista x Imperio Japones] [Terminada.]

Capítulo 37 -Lo mejor de la vida-

La nieve caía suavemente por los tejados de la ciudad, el dulce aroma a galletas inundaba la casa, al igual que un par de voces provenientes de la mesa que estaba al lado de la cocina. cruzando la isla de esta misma.
—Ay que admitir que la mocosa sera alguien fuerte— Dijo con orgullo mirando a su casi sobrina eh ahijada.
—Pues claro que nuestra pequeña Romina será alguien fuerte, igual que su padre— Hablo desde la cocina el encargado de hacer la cena de esa noche de año nuevo.
—Pero también será alguien de buen gusto en la cocina, al igual que su mami— El padre miro con una sonrisa a su esposo y luego a su hija.
—Bueno, de seguro será maravillosa— Añadio alguien con un característico asentó ruso.
—Oye, por que nosotros no tenemos mocosos?— Cuestiono la pareja del poseedor del asentó ruso.
—Por que no tenemos acuerdos diplomáticos válidos, además de no estar casados— Explico mientras que la bebé jugaba con una de sus ásperas y grandes manos.
—Ah- bueno pues.......ay no se, ITALIA CUANDO ESTA LISTA LA COMIDA!? TENGO HAMBRE!!— Grito de manera innecesaria.
—Estará lista en un par de minutos, mientras podrían poner la mesa— Explico dejando un par de cosas, para poner la mesa. La verdad es que la comida ya estaba lista, pero se negaba rotundamente a servirla antes de tiempo.
—Ahg, está bieeen—

[.....]

10!

9!!

8!!

7!!

6!!

5!!

4!!

3!!

2!!

1!!

—FELIZ AÑO NUEVO!!— Gritaron entusiasmados los presentes sacando un par de risas en la niña presente y también un par de ladridos en el pomeranian de la pareja casada.
—Ahora si podemos comer?— Cuestiono un alemán bastante hambriento.
—Claro, solo déjame darle de comer a dinamita y ya está— Dijo el italiano acercándose al plato de comida del pomerania para darle de comer.

[....]

Las parejas la bebé y el pomeranian ya estaban afuera admirando los fuegos artificiales sin decir una sola palabra, hasta que claro, alguien rompió el hielo.
—Disculpen, quiero dar un pequeño anuncio— Se volteó hacía su pareja y tomo sus manos
—Third Reich, desde nuestra primera cogida me haz encantado, quiero sellar mi destino con el tuyo para siempre, prometo que tu copa nunca estará vacía por que yo seré tu vodka, alumbrare tu camino en la oscuridad con mi farol de amor, ya nunca más tendrás que preocuparte por aquellas polillas a las que tanto temes por alguna razón de la vida, por favor déjame entrar a tu culo y llenarlo con mi vodka blanquecino— Dijo para luego arrodillarse y mostrarle un bello anillo de platino con las iniciales "T y U" grabadas en el.
—Puto bastardo hijo de tu Soviética madre, acepto pero quiero que en la casa me compres un perro, que sea pastor Alemán—
Las felicitaciones llenaron el lugar dándole un toque de felicidad y alegría para luego que entraran a comer la deliciosa comida del italiano.

—Esa hubiera sido un hermoso final, no? Es mejor dejarlo hasta ahí y no continuar— Hablo secándose un par lágrimas antes de comenzar a caminar llenándose hacía la nada

—¿Corto? Si ¿Pero me pueden negar que no fue lo más lindo y raro que leyeron? No—

—Feliz año nuevo mis preciosos, pasenla bien en estas fechas! <33—