[Italia fascista x Imperio Japones] [Terminada.]

Capítulo 36 -Honeymoon, parte 2-

Había un clima realmente precioso; el cielo despejado, el sol brillando una brisa simplemente encantadora para la calor y una hermosa pareja corriendo a toda velocidad buscando un poco de tranquilidad en su luna de miel mientras que eran perseguidos por otra pareja.

—Ya por favor!! Para de seguirnos!— Grito el italiano al no poder dejar atrás a la otra pareja, oh bueno una parte de la pareja ya que el soviético perseguía al alemán para que dejara en paz al nipón y al fascista

—Nein! JAJAJAJA!!— Carcajeo para luego ser alcanzado por su pareja la cual se lo echo al hombro y miro a los otros dos

—Disculpen, Nazi puede ser un poco molesto a veces, ustedes vayan a disfrutar de su Luna de Miel, los veremos en el hotel, adiós— Dijo el ruso antes de comenzar a irse con el nazi narcisista con el

Comenzaron a caminar ya más tranquilos al saber de que no serían perseguidos por el nazi.

Ambos caminaban por la hermosa ciudad de Santorini con entusiasmo, aunque el fascista tenía mucho más entusiasmo que su pareja.

—Oh! Mira eso! Y eso!!— Exclamaba el italiano señalando todo tipo de lugares bastantes bellos —Y que haremos primero?— Cuestiono mirando a su esposo con una sonrisa en su rostro

— ¿Que tal si vamos a comprar juguetes? Para ver que tan divertidos son, hoy en la noche... — Le dijo a su esposo, para mirarlo de una manera un poco pervertida y volver a mirar al frente y seguir caminando como si no hubiese dicho nada. Por lo que veia su bello e inocente pequeño, no entendió su indirecta.. Muy directa dirian muchos. Solo soltó un pequeño suspiro y le volvio a hablar. — Mmh o no lo se, decide tu.—

—Primero, estamos demasiado grandes para juguetes— Dijo soltando un par de risas al final de su oración sonriendole de forma dulce al nipon —Segundo; quieres ir por un gelato?— Volvió a preguntar señalando una heladería que estaba cerca de ahí

— Jajaja... Claro, vayamos a comer helado. — Acepto la propuesta y siguio al pequeño hacía la heladería.

Caminaron hasta la heladería y casi al momento los atendieron preguntando de que sabor querían los helados

—Yo quiero de menta y chocolate. Y tu de que vas a querer?— Miro al imperial con duda mientras que una de las trabajadoras ya estaba comenzando a preparar su helado mientras que esperaba la respuesta del nipon

— Supongo que cereza.... — Le dijo a la señorita que los atendía la cual comenzó a prepararlos casi al instante en que escucho el sabor en que lo quería el nipón

La mujer en pocos minutos le entregó el helado al igual que al italiano, pagaron y se fueron de aquella heladería

—Mientras quieres ir a mirar las tiendas? Quiero buscar más especias para mis platillos— Dijo mientras daba suaves lamidas al helado de menta y chocolate

—.....Como gustes...... — El imperial quedó completamente embobado viendo a su esposo lamer su helado.

_Esta noche lameras algo mucho mejor....._ Pensó con deseo y lujuria. Si les digo la verdad, el mas alto estaba pensando seriamente en querer ser ese helado.

No apartaba su mirada de su hermoso esposo hasta que este mismo le dijo que si seguía mirandolo su helado se iba a derretir.

Fue cuando entro en conciencia otra vez, y miro hacía el frente comenzando a comer su helado, y de vez en cuando mirando a su acompañante, obvio.

Ambos caminaban por un par de tiendas mirando de paso mientras que se comían sus helados

—Uhhh!! Mira!— Exclamo apuntando con su dedo índice a una tienda de especias eh ingredientes —Podemos entrar??— Interpeló mirando a su esposo con un brillo en su mirar esperando con anseas que la respuesta fuese afirmativa.