parte dos

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Cerró su casillero asegurándose de ocultar bien la diadema. Soltó un pequeño suspiro mirando el reloj al final del pasillo. Marcaban las 13:00 PM.

Su estómago rugió por el hambre, así que decidió ir a la cafetería por algo de comer. Acomodo sus rizos antes de caminar por los pasillos, se sentía cansado, bastante cansado; pero estaba bien, había salvado a todas esas personas, así que valía la pena.

Le gustaba la universidad, era una nueva experiencia. Desde pequeño él había estado en la mansión entrenando y estudiando. Ser el futuro dueño de la empresa y cargar con la gran responsabilidad de usar sus poderes para el bien era un peso bastante grande en sus hombros.

No conocía a nadie, no aún, era su primera semana y estaba nervioso. No tenía muchas amistades, ni conocidos; sus padres, Alfred y Liam, su mayordomo personal y mejor amigo.

Cuando por fin había llegado a la cafetería visualizó una cabellera castaña lacia y unos ojos azules observando el lugar. Esos profundos ojos azules le parecían familiares.

Y- oh .

Estaba por dar media vuelta sobre sus talones pero el sonido en su estomago lo obligo a seguir. El lugar estaba ahogado en un ruido ensordecedor, los gritos y risas de las personas martillaban en sus oídos, ver a tanta gente reunida, todos mirando a un lado y a otro, como parecía que algunos grupos lo miraban solo para juzgarlo, como miradas estaban clavadas en su cuerpo tratando de encontrar algún secreto.

Respiro hondo mirando su bandeja con comida, algo que parecía ser pollo y arroz con queso, o eso esperaba Harry.

Tenía la intención de irse a comer por alguna parte del campus de la universidad, pero una mano en su hombro lo detuvo. No necesito de mucho para saber de quién se trataba. Respira, 1, 2, 3.

hey, chico maravilla

— no me llames así — se volteó encontrando al castaño de ojos azules, en su rostro se encontraba una sonrisa galante que a Harry le encantaría quitársela con un golpe.

— vale, vale, pero no es para que me trates así, estoy tratando de ser cortes Wayne.

— Styles — corrigió.

— ¿uh?

— no uso el nombre de mi padre en la universidad para evitar problemas — explicó de mala gana.

— y ¿ese apellido es de....?

— mi mamá, bueno, está así en el registro civil.

— bastante sensato de su parte. bueno, vamos — lo tomó del brazo jalándolo levemente, pero el contrario planto bien sus pies en el suelo sin estar dispuesto a moverse de su lugar.

— ¿cómo que "vamos"? yo no iré a ninguna lado contigo.

— bueno, como eres nuevo venía a decirte si querías sentarte conmigo en el almuerzo. Ya sabes, ya que eres nuevo y todo eso.

— ¿y tú cómo sabes que soy nuevo?

— soy bastante observador —alzó los hombros restándole importancia.

— está bien, pero aún así ¿yo porqué querría ir contigo?

—oh, okay, entonces....¿tú quieres sentarte con alguno de esos idiotas de haya? porque no hay más mesas disponibles — apuntó una mesa donde había uno o dos chicos que se veían bastante raros, además de que la mesa no estaba para nada limpia, de seguro contraería algún virus por poner su bandeja ahí.

Soltó un muy largo suspiro a su pesar. — tú ganas — miró con algo de odio como el castaño sonreía con suficiencia al saber que había ganado. Aun así se dejo llevar por el extraño hasta un mesa un poco alejada de las demás. Algo que agradeció mentalmente pero no lo diría en voz alta.

you're just a fool, a super fool [L.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora