Jeongyeon estaba confundida.
Estaba en su casa. En su habitación. Pero todo se sentía diferente. Confuso.
Sus mamás la observaban nerviosas, como si no supieran la forma en la que debían acercarse a ella. Miró su pantalón para concentrarse en otra cosa. Una sensación de normalidad la inundó. Amaba esos pantalones anchos. Nadie en el colegio los usaba. Ella se sentía única vistiéndolos. Una vez se lo había comentado a Nabongs y su amiga sólo le había brindado una sonrisa, como usualmente lo hacía.
–Sabíamos que este momento llegaría algún día, pero no pensamos que sería tan pronto –comentó Hyori, su mamá, y Jeongyeon intentó recordar de qué hablaban, pero no pudo.
–Cuando ayer nos preguntaste sobre ella, nos dejaste perplejos, por eso no te dijimos nada, estrellita –añadió Eunji, su mami –. Queremos que entiendas que esto es complicado para nosotras, así que es vital que nos hablemos, que digamos que lo sentimos.
–La comunicación es importante –aseguró Jeongyeon.
–Muy importante. Por eso queremos que sepas la verdad –dijo Hyori, para luego guardar silencio por un momento –. Tu padre se llama Chang-Joon, canta tan bien como tú y tenía muchos sueños cuando lo conocí-dijo Eunji. - Tras muchas conversaciones, decidimos tenerte, recién estábamos viviendo juntos, pero nos amábamos bueno yo lo amaba. Eso nos permitiría cumplir nuestro sueño de ser padres. El me dio el mejor regalo de nuestras vidas: tú –la hizo otra pausa antes de continuar –. Pero luego él se dio cuenta de que no era feliz, que tenerte no era lo que quería, su sueño era seguir con su vida cantar y bailar y que nosotras se lo impedíamos, así que nos separamos, él firmó un contrato, donde el renunciaba a los derechos que tenía sobre ti y en el que se comprometía sólo a contactarse contigo una vez que cumplieses los dieciocho años solo si tu estabas de acuerdo, cuando conocía a Hyori tu madre, y ella me aceptó, y se enamoró de ti no pensé compensamos que en algún momento tu quisieras conocerle. Pero no pasa nada si tú decides contactarlo a él –explicó Eunji –. Queremos que seas feliz y si eso implica que el forme parte de tu vida, estamos dispuestos a abrir las puertas de esta casa. Sin embargo, creemos que debes pensarlo y esperar. Son muchos cambios, muy rápido. Aún eres pequeña para entender muchas cosas y...
Todo se volvió confuso nuevamente. Su habitación desapareció y ahora estaba en una banca. En su banca. La que siempre compartía con Nabongs.
–¿Vas a conocerlo? –la voz de Nay hizo que se percatase de su presencia.
–No sé. No entiendo algunas cosas –respondió Jeongyeon sabiendo que hablaba de su padre.
–Tal vez deberías preguntárselas a tus mamás –sugirió la morena, cerrando el libro que tenía en su falda.
–Sí, tal vez... –la rubia guardó silencio antes de continuar –. Tengo miedo...
–¿De qué?
–¿Y si no me agrada? ¿Si no quiere jugar conmigo o si es malo?
–Tus mamás estarán ahí para protegerte –comentó Nay con simpleza.
–Ellos dijeron que era mejor a esperar a que fuese mayor, para que entienda más cosas –expuso Jeongyeon recordando lo que le habían dicho la noche anterior.
–Vas a cumplir doce pronto, quizás las cosas cambian o no sé... son menos confusas.
–Sí, creo que esperaré un poco –murmuró Jeongyeon.
–Y yo también estaré a tu lado. Pase lo que pase, siempre puedes contar conmigo. Si es malo o feo o no quiere jugar contigo, yo voy a estar para darte un abrazo y para que te alegres –afirmó con seguridad Nay y Jeongyeon notó que era la primera vez que la veía tan decidida. Definitivamente, tenía a la mejor amiga del mundo.
ESTÁS LEYENDO
El extraño caso de Yoo Jeongyeon
FanfictionIm Nayeon lo había perdido todo gracias a Yoo Jeongyeon. Había tenido que comenzar de nuevo, desde los escombros. Ahora que su vida estaba nuevamente encaminada, nueve años después, aquella castaña hasta donde recordaba, volvía a su vida para cambia...