Jeong aún estaba confundida tras la charla con su madre Eunji, o "mami", como ella la llamaba. Así que se refugió en la única cosa que conocía, además de la música, que ayudaba a calmarla: su diario. Se sentó en su cama y comenzó a escribir, intentando desahogar todo lo que estaba rondando su mente en ese momento.
Hola, soy yo, Jeong. Tengo tantas cosas por contarte, que no sé por dónde comenzar. Quizás deba empezar por lo más importante. Hoy por fin vi a Nay, a mi querida Nabongs. Estábamos caminando con mi mami por el Central Park cuando la vi de espaldas a mí, no sé cómo, pero supe que era ella. Quizás es algo de mejores amigas, una conexión especial o algo así. Está tan linda como yo la recordaba. Su cuerpo ha cambiado un poco, ahora está mucho más delgada y ocupa vestidos florales y no ropa ancha como antes, pero sus ojos siguen siendo los mismos. Aunque ya no los esconde detrás de unas gafas, ahora deja que los aprecies sin ninguna protección.
Sabes tan bien como yo que ver a Nay, poder escucharla nuevamente, es lo que más quería en todo el mundo, pero nada fue como me lo había imaginado. Ella está distinta. Dijo que no éramos amigas. ¿Es posible que las personas olviden a sus amigos? ¿Cómo ella pudo olvidarme cuando Nabongs es todo lo que yo recuerdo? Bueno, no me olvidó, pero sí a nuestra amistad. Además, tiene una hija. Nay, mi Nay, tiene una hija. Tzuyu es su nombre y es tan linda como Nay, pero sus ojos son de un color más oscuro, marrones, pero más oscuro. Me recuerdan a alguien o algo, pero no logro recordar. Ella dijo que yo le había hecho daño a Nay y a sus tías, pero eso no puede ser verdad, porque tú y yo sabemos que jamás podría herirla y ni siquiera sé quiénes son sus tías, ¿cómo es posible que las haya dañado? Mami me explicó que la otra Jeongyeon, esa que no recuerdo, no hizo todo bien, que cometió errores y que cuando comenzó la secundaria ya no fue más amiga de Nay. Sé que mami no me miente, pero yo no me hubiese alejado de Nay, ¿cierto? A veces siento que todo es una pesadilla, que despertaré un día y todo será como antes. Sé que supuestamente tengo veinticinco años, que el 27 de Marzo cumpliré veintiséis, pero sigo sintiendo que soy la que despertó hace ocho años, o seis si contamos la crisis, cuyos últimos recuerdos son la charla con Nabongs en el almuerzo de un día martes, ambas con diez años de edad. Quiero cerrar los ojos y volver a ese tiempo, donde Nay era mi mejor amiga, aquella que siempre me escuchaba. Aún recuerdo la primera vez que hablamos. Teníamos nueve años y un chico alto me quitó mi emparedado. Yo comencé a llorar porque no tenía nada para comer, Nay sin decir nada, se sentó junto a mí y me extendió una manzana. Yo le sonreí y la acepté. Desde ese momento, todos los almuerzos me sentaba junto a ella y le contaba sobre mis sueños. Le contaba sobre las cosas que hacía después de clases y sobre todo lo que me molestaba. Ella sólo escuchaba, muy pocas veces dijo algo, pero nunca fue necesario. Ella era mi mejor amiga, yo lo sabía. Además, Nay nunca hablaba mucho, siempre estaba leyendo libros. A veces sentía que no me prestaba atención, pero ella levantaba la vista de su libro y me sonreía... y todo mejoraba.
Pero esa Nabongs ya no existe más. Ahora es solo Nayeon y tiene una hija y una novia y no es mi mejor amiga... yo no quiero que las cosas sean así. Quiero que Nay siga siendo mi Nay. Puedo aceptar que Tzuyu exista, porque es simpática y tiene buen gusto para las obras y las películas, pero nada más.
Mami dijo que la vida es así, que las personas crecen y los caminos se separan, ¡pero no me gusta esta vida! Todos me tratan de manera distinta y me ven raro, es peor que en primaria. Lo peor de todo es que mami dijo que mi Nay que ahora se llama Nayeon, tiene su propia vida y que yo no formo parte de ella. Que debo olvidarla y continuar... pero, ¿cómo olvido a mi mejor amiga, a mi mejor recuerdo, a mi Nay? Sé que en el fondo mami tiene razón, porque los ojos de Nay siguen siendo los mismos, pero ya no me miran igual. Sé que no debo molestarla, ni incomodarla. Sé que ella no me extraña. Sé todas esas cosas, pero eso no hace que duela menos.
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El extraño caso de Yoo Jeongyeon
FanficIm Nayeon lo había perdido todo gracias a Yoo Jeongyeon. Había tenido que comenzar de nuevo, desde los escombros. Ahora que su vida estaba nuevamente encaminada, nueve años después, aquella castaña hasta donde recordaba, volvía a su vida para cambia...