–¡Mamá!
El grito de Tzuyu alejó a Nayeon de los brazos de Morfeo y del terreno onírico, trayéndola de regreso al mundo real.
–¡Mamá! –gritó nuevamente Tzuyu, esta vez abriendo la puerta de la habitación de Nayeon y entrando hecha un tornado.
–¿Qué pasa? –preguntó Nayeon confundida.
–¡Jeongyeon! ¿Sabes dónde está?
–¿Cómo que dónde está? En su habitación, Tzuyu. Antes de acostarme comprobé que dormía, de hecho –afirmó Nayeon como si fuese una obviedad.
–No está. Ya la busqué por todos lados y no está. Y tampoco están algunas de sus cosas.
–¿Cómo? –preguntó la fotógrafa, pero no le dio tiempo a su hija de responder. Se levantó rápidamente de la cama y corrió a la habitación de la rubia.
Al llegar notó inmediatamente lo que su hija le había dicho. Era evidente que parte de las cosas de la morena ya no estaban. Si bien la cama estaba hecha y todo estaba ordenado, pero faltaban la mitad de las cosas de Jeongyeon, y por supuesto, ella, su morena.
–No puede ser –susurró Nayeon y regresó a su habitación en busca de su celular; Tzuyu seguía muy de cerca, en silencio.
Tan pronto desbloqueó su celular pudo ver la notificación de que tenía un mensaje. La emisora, Yoo Hyori. Con velocidad, tocó la pantalla para poder leer lo que contenía. El texto era sencillo y no explicaba nada: "Jeongyeon está con nosotras. Está bien. Lamento el susto que te debió provocar, pero no quisimos despertarte cuando nos llamó para que le abriésemos la puerta. Comunícate con nosotros apenas leas esto, no importa la hora".
No lo pensó dos veces antes de apretar la tecla de llamada.
–¿Está bien? ¿Dónde está? –preguntó Tzuyu mientras Nayeon esperaba que discara el número.
–Está bien, en casa de sus madres... –respondió de forma sucinta la fotógrafa.
–Pero, ¿por qué se fue? Me prometió que no se iría –dijo Tzuyu en un sollozo y Nayeon la abrazó. No pudo decirle nada, porque Hyori contestó la llamada.
–Nayeon, estaba esperando tu llamada –saludó la mujer.
–Hyori, ¿de verdad está bien? No entiendo qué pasa –expuso Nayeon contrariada.
–Sí, está bien... ahora está durmiendo. Llegó como a las cinco de la mañana en un taxi. Nosotros tampoco entendíamos qué pasaba. Nos imaginamos las peores hipótesis al recibir su llamada –comentó Hyori –. Recordó Nayeon ... no sabemos cuánto, pero recordó. Al parecer, tiene recuerdos de cosas de la secundaria y casi todo de lo que ha vivido desde el accidente –Hyori hizo una pausa antes de continuar –. Sabe que todo lo del noviazgo es una mentira... dijo que necesita estar lejos de ti para aclarar sus ideas.
–Pero... –Nayeon estaba perpleja –. Ella necesita escucharme, necesita saber por qué le mentimos, no quiero que piense cualquier cosa. ¿Por qué no puede aclarar sus ideas aquí? ¿Por qué se fue en la madrugada, Hyori? ¿Estás segura que recordó el pasado? Quizás se está imaginando cosas que no son...
–Nayeon, cariño... –interrumpió la mamá de Jeongyeon –. Dale tiempo, ¿está bien? Tiene que asimilar todo lo que le está pasando. Según lo que nos dijo, recordó momentos importantes del pasado. Lo que le sucedió con Chang-joon, lo de tu embarazo... Es un gran avance. Yo sé que ella es consciente de toda la ayuda que tú le has brindado, pero debe sentirse confundida en este momento... Ella va a querer hablar contigo para saber por qué le mentiste –Hyori suspiró –. Por qué le mentimos –se corrigió.
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El extraño caso de Yoo Jeongyeon
Fiksi PenggemarIm Nayeon lo había perdido todo gracias a Yoo Jeongyeon. Había tenido que comenzar de nuevo, desde los escombros. Ahora que su vida estaba nuevamente encaminada, nueve años después, aquella castaña hasta donde recordaba, volvía a su vida para cambia...