Reencontrar-te, Amar-te y Renovar-te. ©

Capítulo III: Madurez.

Por lo tanto, la resiliencia está conectada con la inteligencia emocional/madurez.
La madurez, es parte de afrontar responsabilidades, resultados de alguna actitud o acción, problemas. Mientras que la resiliencia es el manejo emocional que se tiene ante ellas. No irnos a la deriva, y mucho menos actuar impulsivamente.
La madurez es aceptar que no siempre nos irá bien, pero la resiliencia aportará de una buena forma al momento de pasar una situación complicada.
La resiliencia es no perder el sentido a la vida en momentos difíciles, con ella no se deja de sentir pero hace que todo fluya. Recuerda que el agua estancada, no fluye y se echa a perder. Muchas veces algo no es como quisiéramos, pero la resiliencia nos hace ver lo bueno dentro de lo malo, y nos recuerda que somos capaces de pasar por cualquier situación, ya que al final es puro aprendizaje. Por eso mi mención de ella, es importante para la vida, no sólo porque está escrita aquí.
Con el paso del tiempo incluso comparamos la problemática del presente, con soluciones del pasado.
Y ahí es cuando nos damos cuenta que los problemas son parte de la vida, no son esquivados, pero es cómo los vemos y solucionamos. Eso influye demasiado.
Siempre he pensado que los problemas nos sirve para estrechar más la relación que tenemos con una persona, o con nuestros seres queridos. Son pruebas de la vida para verificar si puedes enfrentarlas, o no.

"En la vida se aprende, se crece, se descubre; se escribe, se borra y se reescribe otra vez."

Nosotros tenemos el control absoluto de nuestras vidas, y las decisiones que forman parte de sí.